Si vas a Roma, a sólo 35 km, en las laderas de los Montes Tiburtinos, se encuentra la ciudad de Tívoli, una visita que no te puedes perder por su patrimonio cultural y sus bellezas naturales, un increíble viaje a través de siglos de historia. ¿Te apuntas?
Tívoli, un balcón hacia la campaña romana
Tívoli ofrece a sus visitantes algunos restos de la antigua ciudad, de las murallas, la puerta hacia Roma y algunas villas de personajes romanos, ya que esta ciudad era el lugar favorito de veraneo en los tiempos del Imperio romano. ¿Serás menos que los romanos?
Entre las hermosas Villas de Tívoli se encuentran: Villa Adriana, Villa D’Este y Villa Gregoriana.
La suntuosa Villa Adriana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fue construida por el emperador Adriano. Tiene muchos lugares para visitar, entre ellos, la academia, el estadio, el palacio imperial, la Sala dei Filosofi, el teatro griego y la Piazza d’Oro.
Otra de las joyas que ofrece esta localidad es la espectacular Villa d’Este, que se construyó por órdenes del gobernador Hipólito d’Este, el cual quiso evocar en esta Villa las fastuosas cortes de Ferrara. El resultado también fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Entre la impresionante concentración de fuentes, grutas y juegos de agua, destaca la fuente más importante de la Villa la Fontana di Nettuno, realizada por Gian Lorenzo Bernini, la cual debido a su belleza se convirtió en un modelo para numerosas fuentes. Otra de la maravillas del lugar es el espléndido jardín, obra del pintor y arquitecto Pirro Ligorio, que recuerda los Jardines Colgantes de Babilonia.
Si amas la naturaleza, preferirás conocer la Villa Gregoriana, que es un gran parque ubicado al noreste de Tívoli, con ruinas romanas, densos bosques y varios saltos de agua. Fue construida gracias al Papa Gregorio XVI y es famosa por albergar en su interior la Gran Cascada.
Muchos turistas llegan a la ciudad para disfrutar de los beneficios de las numerosas aguas termales, entre ellas las Aguas Albulas, cuyos manantiales se caracterizan por las aguas que llegan al establecimiento termal a la velocidad de unos 3 mil litros al segundo, a una temperatura constante de 23°C.
Si vas al barrio Castro Vetere encontrarás el templo de Sibila, que data del siglo II, donde todavía se conservan algunas columnas y muros, y el templo de Drusila.
Otros lugares a visitar son: el Anfiteatro de Bleso, ubicado junto a Rocca Pia, un castillo construido en el siglo XV gracias al Papa Pio II; el Templo de Vesta, un antiguo templo romano del siglo I a.C, la catedral San Lorenzo de Tívoli y el Santuario de Hercules, construido en el siglo II a.C.
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Imágenes: Frans Schouwenburg, Angel de los Rios, M.Maselli, Andy Hay, Leonardo, Noel Cosgrave