¿Cansado del mundanal ruido, las prisas y el móvil? ¿Te gustaría encontrar un escondite dónde perderte de todo y de todos? ¿Qué me dices de esta inquietante maravilla de la naturaleza? ¿Quieres conocerla? ¿Dónde se encuentra, cómo llegar hasta ella, el por qué de su espectacular forma? ¿Estará habitada por dinosaurios supervivientes de algún experimento científico o quizás por dragones? ¡Pues vamos a verlo! Nos vamos a Aogashima…
Islas Izu 伊豆諸島
Islas Izu son pertenecientes al Parque Nacional Fuji-Hakone-Izu de Tokyo, Japón, aunque se encuentran en el mar de las Filipinas en el Océano Pacífico. El conjunto está compuesto por cientos de islotes de los cuales las islas más importantes son, por ejemplo, Izu Ōshima, Isla de Toshima, Niijima, Shikinejima, Kōzushima, Mijakejima, Mijkurajima, Hachijojima, Rocas Bayonaise, Sumisotō, Torishima, Sōfuiwa y por último Aogashima, que es la que se encuentra más al sur y será nuestro escondite de hoy.
Para poder gozar de estas fascinantes vistas solo tienes que viajar hasta Tokyo y desde ahí dirigirte en ferry o avión hasta Izu Ōshima, que es la isla más grande del conjunto, y desde ahí moverte.
Abriendo boca en Hachijojima
Si antes de llegar a tu destino secreto quieres ir calentando motores puedes tomar un ferry y visitar la maravillosa isla subtropical de Hachijojima, hacer trekking a través de la espesa vegetación, perderte en sus fuentes termales, explorar y descubrir sus rincones más bellos contratando una de las excursiones organizadas.
Date un baño en sus preciosas aguas cristalinas y practica snorkeling hasta que decidas entrar en el mundo perdido que te espera en Aogashima.
Llegando al Mundo Perdido
Antes de salir consulta siempre las predicciones meteorológicas para asegurar tu salida. Tienes dos opciones para llegar hasta Aogashima: en ferry o en helicóptero. Si eliges este último, tienes que hacer la reservar en el banco TAL, y el vuelo dura unos 20 minutos. Sólo hay un vuelo al día y en él pueden subir sólo 9 pasajeros, siendo el precio de los billetes algo elevado. En ferry es más económico y pueden subir más pasajeros, sale desde el puerto Sokodo y aquí mismo podrás comprar tus billetes. ¿Estas listo?
Nada más ver la isla desde lejos quedarás impresionado por su forma, ya que parece la entrada al centro de la tierra, un mundo perdido en medio del océano encerrado entre altos y escarpados acantilados que recuerdan a la isla de Parque Jurásico, pero sin dinosaurios (o eso creemos…).
Su curiosa forma, que recuerda a la de un molde para hacer roscos, es el resultado de la acumulación de restos provenientes de las erupciones de cuatro volcanes marinos. Se trata de un volcan llamado Ikenosawa, dentro del cuál se formó una valle y en su centro otro volcaán más pequeño llamado Maruyama, que aún emite vapores, aunque son inofensivos. Esto la convierte en una zona geotermal que sus habitantes han sabido aprovechar muy bien para realizar baños públicos, cocinas públicas, saunas e incluso una fábrica de sal, todo al natural.
En este pequeño paraíso descubrirás otra forma de vivir más en contacto con la naturaleza. Como es fácil imaginar, debido a su difícil acceso, no tiene un turismo masivo y esto su punto fuerte. No tiene restaurantes: en su lugar, tiene estas cocinas públicas en las que se cocina con el vapor del volcán. Para dormir deberás elegir un Minshukus y contratar la pensión completa para probar las especialidades locales. Otras de las visitas de interés son el Osato Santuario, los Respiraderos de vapor de agua los Hingi-ya, el mirador Daitotsu (Tombu Oh) y para concluir no olvides pasar por la fábrica de sal, que contiene la mejor sal del mundo, muy codiciada por los mejores chefs por conservar todas sus propiedades nutrientes debido a su proceso de elaboración, que consiste en ser secada con el vapor del volcán.
Sorprendente ¿verdad? Sorprende también a tus amigos compartiendo este itinerario y quién sabe, igual hacéis una escapada…
Imagines: izuyan, Sybelle, Aaron Tan, Ippei & Janine Naoi, Makoto HARADA, izuyan, 安 雅秋