Pocos yacimientos en el mundo concentran en sí los restos de tantas culturas y religiones como el que nos ocupa en esta ocasión. Estamos hablando del Yacimiento Arqueológico de Baalbek, definida por el arqueólogo Robert Wood como una de las obras más audaces de la arquitectura antigua, se ha ganado desde 1984 el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

También conocido como la Ciudad del Sol, según dataciones efectuadas, este lugar se remonta a la Edad de Bronce, con los primeros asentamientos de los cananeos, aunque otros aseguran que es mucho más antiguo. ¿Entramos en la Ciudad del Sol? En El Viajero Feliz estamos convencidos de que este lugar hará que tengas una nueva perspectiva sobre el vida y será una oportunidad de hacer un turismo poco común. ¡Vamos!

Índice de Contenido

¿Dónde queda Baalbek?

Baalbek

Baalbek se encuentra ubicado en la localidad del Líbano, a 86 km al este de Beirut.

¿Quién construyó Baalbek?

Templo en el Líbano

La historia de Baalbek se remonta a hace más de 10.000 años. En ese sentido, se cree que los primeros pobladores fueron los natufianos, quienes se dedicaban a la caza y a la recolección. Posteriormente, los cananeos establecieron una ciudad aproximadamente en el 4000 a.C, de este época, quedó el templo al dios Baal. Durante el Imperio Romano es cuando se dice que esta ciudad alcanzó su punto máximo. Es allí cuando se crean los templos a los dioses Júpiter, Venus y Mercurio. Pero a pesar del crecimiento que presentaba esta ciudad, fue abandonada tras la caída del Imperio Romano y en el siglo XVIII d.C fue redescubierta.

¿Cuál es el misterio de Baalbek?

Ruinas de templo en el Líbano

En Baalbek existe un gran misterio: Los enormes bloques de piedra utilizados en la construcción de los templos antiguos. ¿Por qué? Porque desafían la comprensión convencional sobre cómo se llevaron a cabo tales hazañas sin el beneficio de la tecnología moderna. En ese sentido, llama bastante la atención el Trilithon o la Piedra de Baalbek, debido a que pesa cerca de 1000 toneladas. Muchos se preguntan  ¿cómo se transportaron y colocaron estas enormes piedras en su lugar hace miles de años?

Este misterio no tiene respuesta certera. Pero lo que sí existen son varias teorías, algunas más acertadas que otras. Por ejemplo, se dice los constructores podrían haber utilizado una combinación de rampas y sistemas de poleas para levantar los bloques de piedra en su lugar. También algunos sostienen que fueron tallados en la cantera y luego colocados en grandes barcazas que navegaban por un sistema de canales inundados, aprovechando la fuerza del agua para transportar las pesadas cargas. ¿Cuál es tu opinión sobre este misterio?

Los templos de Baalbek

Baalbek

Templo de Júpiter

El primer templo que visitaremos, dada su relevancia, es el colosal Templo de Júpiter que fue construido durante la primera mitad del siglo I a.C. sobre los cimientos de un templo semítico dedicado al dios Bá’al, señor del sol. Su culto comprendía ritos sexuales, sacrificios animales e incluso humanos.

Se le asociaba la figura de toro, es por ello por lo que en la época romana al dios Júpiter Helipolitano, al que se adoraba en este templo, se le represento acompañado de dos toros en recuerdo del Dios Bá’al. Más tarde, con la llegada del Cristanismo, este mismo dios asumió un papel totalmente distinto el de Bá’al-Zvuv, Belcebú, una de las identidades que se le atribuye al diablo.

Templo de Baco

Otro de los santuarios que se alzan en Baalbek es el Templo de Baco que, al igual que el de Júpiter, es de unas dimensiones desmesuradas, prácticamente gigantesco. Llega a alcanzar entorno a los 24 metros de altura entre podio, columnas, capiteles y friso, y otros 69 por 36 metros de superficie. En su interior, los ritos se celebraban entre ríos de vino, opio y otras drogas que, supuestamente, te acercaban a Dios.

Templo de Venus

El sanctasanctórum estaba consagrado a las musas. Este es un espacio con forma estelar enmarcado y delimitado por hornacinas que constituía la parte más sagrada del santuario donde, al parecer, los ritos que se practicaban eran básicamente sexuales, pudiendo llevarse a cabo orgías e incluso la prostitución. Con el paso del tiempo, todos estos templos han sufrido trasformaciones. Algunos se convirtieron en iglesias, otros en mezquitas, pero todos ellos han dejado su huella por lo que visitarlos merece la pena.

La Gran Corte y el Altar de los Sacrificios

La Gran Corte de Baalbek es un vasto espacio abierto rodeado por una serie de columnas de enormes dimensiones, algunas de las cuales aún se mantienen en pie. Su propósito era usarse como lugar de reunión y celebración para los habitantes de la antigua ciudad de Heliópolis. Allí se encontraba el Altar de los Sacrificios, una estructura impresionante que servía como lugar de ofrendas y rituales religiosos. En este lugar, los sacerdotes realizaban sacrificios en honor a los dioses y ofrecían plegarias por la prosperidad y la protección de la ciudad.

¿Cómo llegar a Baalbek?

Baalbek en el Líbano

Una de las mejores formas de llegar a Baalbek es en avión. De esta manera, tu llegada será al Aeropuerto Internacional de Beirut-Rafic Hariri. Desde allí, puedes tomar un taxi o alquilar un coche para conducir hasta Baalbek. El viaje en coche desde el aeropuerto hasta Baalbek suele durar alrededor de 2 a 3 horas.

Otra opción es tomar un autobús desde la estación de autobuses Cola en Beirut hasta la estación de autobuses de Baalbek. Por otro lado, muchos visitantes optan por contratar un tour, de esta manera, son varas las agencias de viajes ofrecen tours que salen desde Beirut y visitan Baalbek, así como otros lugares de interés en el Líbano. ¡Suelen llegar en transporte privado! Por lo que te evitarás el proceso de conseguir transporte.

¿Lo visitas? A tu llegada, lo primero que comprobarás es que a pesar de la antigüedad y los numerosos acontecimientos, tanto bélicos como naturales, que han sacudido esta zona está en muy buen estado de conservación. Y, por supuesto, esta es una oportunidad para conocer uno de los sitios arqueológicos más impresionantes del mundo. . ¡Disfruta del viaje!