Una de las características más conocidas de Lisboa es que cuentan con numerosas calles estrechas y empinadas. A modo de estampa son preciosas pero cuando uno quiere recorrerlas puede acabar por desistir en el intento y haber preferido contar con la información clave del transporte en Lisboa para vivir como lo hacen los propios lisboetas y, sobretodo, para aprovechar al máximo el tiempo de la estancia que se vaya a tener. Aunque, de vez en cuando, apetecerá perderse por sus calles, estos son los medios de transporte a tener en mente.
- Tranvía. Uno de los lugares más famosos que hay que visitar en Lisboa es el Castelo de San Jorge. Para poder acceder a él hay que subir por una colina, la cual se puede salvar si uno se monta en un tranvía, en concreto, el famoso tranvía 28, que ya es todo un icono de la ciudad. En total, la red de tranvías cuenta con 5 líneas. Si la idea es usar el transporte público en contadas ocasiones lo mejor será optar por el billete sencillo, de lo contrario las tarjetas 7 Colinas o VIVA Viagem se convierten en las mejores aliadas. Es importante tener en cuenta que la recarga en las mismas ha de hacerse en euros y no en número de viajes para poder usarlas no sólo con los tranvías, también con los autobuses, los trenes o los barcos que sean gestionados por la empresa Carris. Como última opción para los medios de transporte públicos en Lisboa se encuentra disponible la Lisboa Card, con la que también se obtienen descuentos en lugares de interés como pueden ser museos o tiendas. Éstas se pueden adquirir por uno, dos o tres días.
- Metro. Tiene apenas 4 líneas pero resultan suficientes para conectar la mayor parte de la ciudad. Eso sí, si se quiere llegar a zonas de interés turístico tan afamadas como Belém este medio queda descartado. Lo único a tener en cuenta es que a la una de la madrugada cierran.
- Autobús. Optar por el autobús para circular por Lisboa no es mala idea porque éste llega a lugares donde no lo hace ni el metro ni el tranvía. Lo más importante es prestar mucha atención a la zona en la que uno se quiere mover y la parada más cercana a su lugar de destino. Las tarjetas antes mencionadas se pueden emplear y, además, hay que añadir que a las mismas se le pueden efectuar dos recargas distintas. O bien se opta por la recarga zapping (que requiere de un mínimo de 3 euros y cuyo precio por billete sencillo resulta ser el más económico) o bien se recarga por todo un día y se paga por ello 6 euros. El horario de los autobuses suele ser de 6 de la mañana a 12 de la noche, pero también hay autobuses nocturnos.
- Elevadores. Hoy en día han quedado más bien relegados para personas con poca movilidad y para los turistas.
- Taxis. Es mejor evitarlos porque su precio será más elevado que los anteriores pero algunas veces pueden venir bien. Si el trayecto va a ser largo mejor optar por la tarjeta Táxi Voucher para asegurar un precio cerrado.