Hay islas que destacan por sus playas, otras por su vegetación y otras, como la isla japonesa de Okunoshima, por sus habitantes. Los reyes en este lugar son unos animalitos tiernos, graciosos y muy dóciles ¡los conejos!

Y cuando decimos que son los reyes es porque aquí son tratados como tales. No solo campan a sus anchas por todos los rincones, sino que además está prohibido llevar a la isla perros y gatos, para que no haya ningún otro animal que puede alterar su tranquilidad ¡Asombroso!

Conejos-en-Hokunishima

Se les puede tocar, dar de comer, jugar con ellos pero ¡cuidado! Ni se te ocurra intentar cazar alguno de estos animales, aunque solo sea para adoptarlo como mascota…está absolutamente prohibido. ¿Entiendes ahora por qué se le llama la “isla de los conejos”?

La historia

No se sabe a ciencia cierta cuántos conejos habitan la isla y tampoco hay una teoría contrastada sobre cómo llegaron aquí. La más creíble se relaciona con la terrible función que desempeñó Okunoshima durante algunos años.

Esta isla albergó una importante y secreta fábrica de armas químicas durante la Segunda Guerra Mundial. Aquí se fabricaron miles de toneladas de gas mostaza y gases lacrimógenos.

Se cree que los primeros conejos llegaron para servir de cobayas y comprobar en ellos los efectos de los gases venenosos.

Conejos-Hokunishima

Tras la guerra la isla se abandonó y los conejos quedaron en libertad, encontrando en ella un hábitat perfecto para reproducirse e iniciar su particular “colonización”.

Hay, sin embargo hay otras teorías, una de ellas dice que los conejos se introdujeron más tarde para comprobar si quedaban restos químicos en la zona. Otra señala que fue un grupo de escolares los que soltaron algunos animales, que luego se reprodujeron rápidamente.

Sea cual sea el origen, lo cierto es que hoy estos animalitos se han convertido en el principal reclamo turístico de la isla.

El museo del gas venenoso

Pero de la visita a Okunoshima también se pueden extraer importantes enseñanzas. Con una historia tan terrible, no extraña que aquí se abriera un particular museo dedicado a advertir a todo el mundo de las horribles consecuencias de los gases venenosos.

Museo-del-gas-venenoso-de-Okunoshima

En una parte se muestra cómo trabajaban aquí los operarios y las secuelas que sufrieron por el contacto con los gases nocivos. En una segunda estancia se explica detalladamente cómo afecta el gas al cuerpo humano y a los diferentes órganos.

Un día…o varios

Cartel-Hokunishima

Puedes hacer una excursión de un día a Okunoshima, la isla está situada a poco más de 3 kilómetros de la costa de Hiroshima. Pero, si te apetece disfrutar un poco más del lugar y sus tiernos habitantes, también hay un hotel. Tú eliges.

¿Te ha gustado? Seguro que no imaginabas un lugar así. Pero Japón guarda otros muchos rincones increíbles que puedes recorrer con nosotros ¿Te animas?

Imágenes: Sveagal, NY066, Kim BuiGetHiroshima.comRururu Rutsu