En El Viajero Feliz hemos recalcado muchas veces las ventajas de viajar en grupo: desde que es una experiencia más económica gracias al acceso a numerosas ofertas, hasta la diversión garantizada, una mayor sensación de seguridad o al hecho de lanzarse a vivir aventuras que quizás no haríamos en soledad.
En esta ocasión, queremos compartir contigo nuestra experiencia en grupo al alquilar una casa en Galicia. Si bien es cierto que nos ha permitido confirmar cada uno de estos puntos, volvemos especialmente contentos con uno de ellos: el alojamiento. ¿Quieres que te enseñemos nuestra casa de ensueño? ¡Acompáñanos! 🙂
Una casa de ensueño en Galicia | Nuestra escapada en grupo
Organizar un viaje en grupo no es siempre fácil, especialmente si es un grupo variopinto con gustos y aficiones dispares. Pues bien, ése era nuestro caso. Y es por este motivo que si algo teníamos claro es que queríamos contar con la comodidad de que cada uno de nosotros pudiera hacer lo que le apeteciera en cada momento. Esto nos llevó a descartar la opción del hotel, ya que nos limitaría demasiado (además, sería una opción más cara), y optar por alquilar una casa que contara con los entretenimientos suficientes. Tras algunas horas de búsqueda dimos con Areas de Montalvo.
Parecía la opción ideal: la casa está situada a poco más de 5 minutos andando de la playa de Montalvo (Sanxenxo) y además contaba con varias opciones para practicar senderismo a su alrededor, como es el caso de la llamada ruta Padre Sarmiento, que pasa por preciosas playas y acantilados, con vistas a las Cíes y las Ons. Un plan tentador, ¿verdad? Ahora tan sólo quedaba comprobar si el interior merecía la pena…
Areas de Montalvo | Nuestras estancias favoritas y cómo las disfrutamos
Llegamos a la casa al atardecer, y allí nos recibieron directamente sus dueños, que nos enseñaron la casa. Además de su amplitud y luminosidad, lo primero que nos llamó la atención fue su cuidada decoración, que combinaba con sumo buen gusto piezas antiguas con otras modernas y atrevidas. Pero hagamos un repaso por las estancias, ¡y todos los buenos momentos que nos proporcionaron!
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Por las mañanas/mediodías…
¿Lo primero? Por supuesto, desayunar en nuestra nueva cocina, perfectamente equipada. Tanto, que incluso nos dejaron cápsulas para poder hacernos un buen café calentito con la cafetera eléctrica y así comenzar el día con la energía necesaria.
Eso sí, mientras lo tomábamos, no dudábamos en sentarnos en los cómodos sofás del salón-comedor: una estancia amplia en la que todos nosotros caímos rendidos ante la belleza de la mesa central (que, según nos contaron, es una pequeña joyita venida directamente desde Madrid). Una zona muy acogedora desde la cual podíamos acceder al jardín.
El jardín cuenta con una piscina, una zona de sofás donde relajarse, una mesa exterior para comer y una barbacoa. Además, entre la estatua de Buda, las palmeras y el sonido del agua desprende una sensación de armonía que contribuye a que uno se relaje completamente, ¡especialmente después de una buena barbacoa! (Si eres un comilón, seguro que nos entiendes). 😉 ¡La verdad es que nos daban ganas de quedarnos ahí todo el día!
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Por las tardes/noches…
Algunos de nosotros, después de una buena comilona y antes de enfrentarse a una buena cena (¡ya se sabe lo bien que se come en Galicia!), quemábamos los excesos en el gimnasio, que encontramos muy bien equipado: dos cintas para correr, una bici, una mesa de pesas, bici elíptica y un banco de abdominales. Ideal para no dejar de mantenerse en forma durante los días de vacaciones. ¿Y después? ¡A la ducha! O a la bañera, según la prisa que se tuviera.
Después de la cena, teníamos la opción de disfrutar del ocio en casa gracias a que la, sin lugar a dudas, se convirtió con la zona preferida por todos: ¡la de juegos! Una amplia sala con billar y futbolín para pasárselo en grande, y tanto una mesa alta con taburetes como unos cómodos sofás con televisión para los momentos de mayor cansancio. ¡Ah! Y una bonita chimenea que le da un aspecto encantador cuando acecha el frío.
Y ya, por último, sólo quedaba irse a la cama después de un día tan intenso como divertido. Todas las habitaciones continuaban con la decoración exquisita del resto de la casa y con su sensación de armonía. ¡Así el buen sueño está garantizado! Una muestra de ello, aquí abajo.
Así que ya sabes, si alguna vez visitas Galicia en grupo y buscas una casa con todas las comodidades imaginables, ésta es sin duda nuestra recomendación. 🙂 Como siempre, te animamos a que nos dejes un comentario con todas tus impresiones. ¿Qué estancia de la casa crees que habrías aprovechado más y cómo? ¿Crees que tus amistades y/o familiares estarían tentados con una oferta así? Cuéntanos, ¡estaremos encantados de leerte!