Nuestro planeta tierra no ahorra en bellezas naturales, con las que enamora a todos aquellos que se aventuran a explorarlo. La inmensidad de los desiertos, la humedad magnética de las selvas, la visión imponente de las cordilleras, la frescura de las playas o la serenidad de las llanuras, son parte de las maravillas que nos ofrece. Pero haciendo honor a la verdad, pocos paisajes poseen la energía vibrante de las caídas de agua. Las africanas Cataratas Victoria, el venezolano Salto Ángel y las brasileñas y argentinas Cataratas del Iguazú, son algunas de las más conocidas, pero en América del Norte, específicamente entre Canadá y Estados Unidos, se encuentran las más famosas, y de una belleza sin igual: las Cataratas del Niágara. Hacer el Niágara Tour y disfrutar de cerca de esta maravilla natural, es una experiencia del todo alucinante.
El término Niágara significa trueno de agua, y es una identificación que le queda justa a este espectacular destino natural, pues el rugido constante de las cascadas es realmente estremecedor. Sobre el origen de las cascadas del Niágara, se sabe que su formación puede rastrearse hasta la fusión de la última Edad de Hielo, hace unos doce mil años. El flujo extremo de agua fue el causante de la formación de estas espectaculares cascadas, en las que se estima que llegan a fluir más de tres millones de litros de agua por segundo, en sus épocas de mayor apogeo, que se ubican generalmente durante el verano y el otoño.
Desde que fueron descubiertas por los colonizadores europeos, las cataratas se hicieron un destino muy popular, tanto por su incomparable belleza, como por ser una fuente importante de energía. Aunque tradicionalmente son más asociadas a Canadá, el hecho es que estas cataratas, al igual que las de Iguazú, pueden disfrutarse desde este país, a través de la ciudad de Ontario, y también desde Estados Unidos, a través de Nueva York. Acompáñanos a continuación a descubrir algunos datos que debes saber antes de lanzarte a la exploración de este impactante destino natural.
¿Qué debes saber sobre las Cataratas del Niágara antes de visitarlas?
Situadas a unos 236 metros sobre el nivel del mar, y con una caída de agua de aproximadamente 64 metros, las Cataratas del Niágara son de las más extensas y majestuosas del mundo. Su anchura alcanza los mil metros, por lo que puedes apreciarlas desde muy diferentes lugares. Están divididas en tres: Las Cataratas Horseshoe, o canadienses; las Cataratas Americanas y las Cataratas Velo de Novia, las más pequeñas de la triada. Por la extensión de las cataratas pasa toda el agua de los grandes lagos norteamericanos, y entre las canadienses y las norteamericanas, se erige la curiosa isla de la Cabra, un trozo de tierra deshabitado que, aunque pertenece a Estados Unidos, es considerada la frontera natural entre ambos países.
Las Horseshoe, del lado canadiense, son las que poseen la mayor extensión y el mayor caudal de agua. Muchos visitantes coinciden en que desde esta zona se aprecian vistas panorámicas realmente extraordinarias. Por su parte, las Cataratas americanas son las siguientes en extensión, altura y cantidad de agua, y pueden ser apreciadas en todo su esplendor a través de la Torre de Observación. Las Cataratas Velo de Novia, ubicadas en territorio estadounidense, sólo alcanzan unos veinte metros de extensión.
Si estás decidido a vivir esta experiencia viajera alucinante, toma nota de algunos datos que seguro te servirán. Por ejemplo, desde las caminerías podrás disfrutar del paisaje, pero las mejores panorámicas las obtendrás llegando hasta los miradores. Hay varios de ellos, dispuestos a lo largo del parque, que te permitirán ver los tres saltos de agua, casi desde cualquier ángulo. Entre los más populares están el mirador Table Rock, en el lado canadiense, y el de Goat Island en el estadounidense.
Y si quieres sacarle el mayor provecho a tu viaje, puedes sumar algunas excursiones que te harán vivir al máximo la experiencia. Destacan entre ellas la excursión de la Cueva de los Vientos, en la que, ataviado con un impermeable, podrás recorrer una serie de plataformas de madera que te conducirán hasta la base de las Cataratas Velo de Novia. Y por supuesto, es prácticamente un infaltable si visitas las Cataratas del Niágara, hacer la conocida excursión en barco Maid of the Mist, en la que a bordo de una embarcación navegarás hasta la base de las Cataratas Canadienses. Eso sí, no olvides el impermeable, pues es seguro que regresarás bañado de la fría y energizante agua.
Si cuentas con tiempo y te interesa la vida marina, también podrás darte un paseo por el Acuario del Niágara, muy cerca de las cataratas, y que sirve de hogar a más de mil quinientos animales marinos, entre los que destacan los leones marinos, pingüinos y caballitos de mar. La visita a las majestuosas Cataratas del Niágara es una de las experiencias más alucinantes que podrás sumar al álbum de tus recuerdos viajeros.