Todo aquél que se lanza a la aventura de hacer el Camino de Santiago no es consciente, quizás, de todo lo que la ruta jacobea le puede aportar y enseñar, tanto a nivel cultural como espiritual. Quien ya lo ha hecho alguna vez en la vida, lo sabe, y tal vez sea ese el motivo por el que repite y camina otras rutas.
“Un viaje que marca un punto de inflexión en mi vida”, “una increíble experiencia espiritual”, “lo llevaré siempre en mi corazón”, “descubrir esas perlas de la gastronomía gallega”, “recomiendo este viaje a todas esas personas que necesiten desconectar de su día a día, ya que vienes nuevo”, “amenazo con volver”, etc… Estas y muchas más son reflexiones reales de peregrinos que ponen de manifiesto todo lo que el Camino de Santiago aporta y enseña al peregrino.
Desconectar de la rutina
Quizás es la primera sensación que nota el peregrino cuando va a hacer el Camino de Santiago. Salir de tu casa, dejar la rutina por unos días y encontrarte en un entorno nuevo son sensaciones que generan emoción en el peregrino al llegar al inicio de su Camino. Muchos peregrinos y caras nuevas, la autenticidad de las gentes locales, y saber que tienes todo el tiempo sólo para ti es una sensación que no tiene precio, y un viaje al Camino de Santiago te ofrece, de entrada, esta vivencia única.
Salir de la zona de confort
Un elemento ligado al anterior, que si bien a priori nos impone un poco, se nos presenta como un reto, y para muchos peregrinos eso es también el Camino de Santiago, un ejercicio de autosuperación que nos demuestra que somos capaces de muchas cosas en la vida, incluso la impensable idea de que podamos caminar 20 kilómetros al día. Durante las etapas nos sobrevendrá el cansancio, algún que otro dolor de algún músculo que no conocíamos, quizás alguna ampolla y algún que otro llanto. Al final, una vez alcanzada la Plaza del Obradoiro, el balance psicológico y emocional será muy positivo y hará que nos olvidemos de los “malos momentos” que, al final, se traducirán en una experiencia de superación personal.
Conocer nuevas gentes y culturas
Como una autopista de peregrinos y de conocimiento, quien hace el Camino de Santiago se encuentra con un libro abierto de humanidad. Durante cada etapa conocerás gente nueva, otros peregrinos como tú con los que seguramente compartirás más de lo que te imagines. El Camino de Santiago es un encuentro multicultural, con distintas lenguas que podrás practicar mientras haces nuevas amistades. Además de los propios peregrinos, también conocerás la idiosincrasia de los lugares por los que pases y de las gentes locales que lo habitan. Por así decirlo, en este sentido el Camino de Santiago tiene mucho de nuevo y exótico.
Sumergirse en la historia
Como sabrás, el Camino de Santiago es una ruta de peregrinación con más de mil años de existencia, y es un registro de la memoria colectiva de Europa y España. Sin él, nuestro pasado y nuestro presente no serían como es hoy, y en este sentido cabe decir que Europa se construyó en camino a Santiago de Compostela. Muchas ciudades, villas y pueblos nacieron como consecuencia del trasiego de miles de peregrinos en la historia, así como caminos reales, puentes, iglesias, monasterios y castillos. La red de rutas que componen todo el espectro del Camino de Santiago fue y sigue siendo una especie de internet, en el que la sabiduría y el conocimiento compartidos fueron y siguen construyendo poco a poco la identidad y el patrimonio material e inmaterial de la vieja Europa y, por supuesto, de España. Ver las Rutas del Camino de Santiago.
Disfrutar de la enogastronomía gallega
A todos nos gusta comer bien, y en el Camino de Santiago es muy importante, dado que deberemos enfrentarnos a un desgaste físico que bien merece una buena alimentación. En Galicia se come bien, abundante y barato, y todos lo sabemos y a todos nos gusta. Comerse un auténtico pulpo en Melide, saborear unas ricas ostras en Arcade, deleitarse con un reponedor caldo gallego en Lugo, conocer la mejor tortilla española en Betanzos o disfrutar de una sabrosa e icónica vieira al horno en Finisterre son experiencias que no pueden faltar. Todo ello, regado con esa cervecita especial que hay en Galicia o bien con alguno de sus vinos blancos y tintos de las distintas denominaciones de origen gallegas, te permitirá conocer nuevos y únicos sabores.
Una exaltación de los sentidos y de la vida
Carpe diem es la máxima que cada peregrino debe llevar a la hora de realizar el Camino de Santiago, una experiencia que todo el mundo debería realizar en la vida, y que no deja indiferente a nadie… ¡garantizado 100%! Es un viaje con mucho valor espiritual, psicológico y, en definitiva, personal, que te aportará mucho más de lo que piensas, e incluso mucho más de lo que te hemos presentado. Si quieres experimentarlo, lo mejor es probarlo, pues es difícil explicar al detalle todo lo bueno que uno recibe peregrinando a Santiago de Compostela.
Prepara tu aventura peregrina
Si estás pensando en experimentar por tí mismo todo lo que te hemos presentado acerca del Camino de Santiago, y quieres que salga más que perfecto, único, nuestro consejo es que dejes los preparativos y detalles en manos de profesionales, y para ello te presentamos Viajes Camino de Santiago, una Agencia del Camino de Santiago con muchos años y experiencias personales de peregrinos a sus espaldas. Ellos se encargan de ofrecer experiencias únicas en todas las rutas jacobeas, organizando viajes que incluyen todo tipo de servicios, desde el mejor asesoramiento, la reserva de alojamientos, el transporte de equipajes y mucho más. Desde la mismísima Santiago de Compostela,su objetivo es permitir y facilitar al peregrino centrarse en lo más importante, vivir plenamente el Camino de Santiago y experimentar una vivencia única, que te garantizamos que siempre recordarás con una sonrisa en la cara y con el reflejo en los ojos del recuerdo de unos días inolvidables en el Camino de Santiago..