¿Eres de esos viajeros que adoran perderse en las callejuelas de pueblos con encanto? Hoy queremos hablarte de uno del que simplemente te enamorarás. Sus calles empedradas suben y bajan, llevándote al incomparable destino del Mar Mediterráneo. Playas, rutas de senderismo y estructuras en las que se respira la historia medieval, convierten a Peñíscola en uno de los lugares más lindos de Castellón.
Toda esta provincia es de una belleza fenomenal, con su ubicación estratégica al este de la Península Ibérica, en la Costa del Azahar y junto al Mar Mediterráneo. Pero Peñíscola es de sus rincones más hermosos. Este pueblo pesquero no solo regala al viajero las incomparables vistas de sus playas. También tiene todo un movimiento cultural local, y un acervo histórico, que lo convierte en un lugar muy interesante.
Si te llama la atención perder tus pies en las calles de este pueblo español, debes prestar atención a algunos consejos, recomendaciones y tips viajeros.
Lo primero que te recomendamos es revisar las opciones de Alojamiento en Peñíscola. El alquiler vacacional es la mejor alternativa. Busca empresas que te ofrezcan calidad de servicio, buena ubicación y buenos precios. Además de ello, hay algunas rutas y actividades que no puedes dejar de hacer si estás en la zona. ¡Acompáñanos a descubrir Peñíscola!
Índice de Contenido
¿Por qué viajar a Peñíscola? Todo lo que debes saber
1. Excelentes opciones de hospedaje
Como bien sabes, el lugar que eliges para hospedarte forma parte del disfrute de tus vacaciones. En este sentido, hay excelentes alternativas de Apartamentos en Peñíscola baratos, ideales para toda la familia. Y también más exclusivos, quizás para un viaje romántico. Se trata de propiedades de excelente ubicación, muchas de ellas con vista al mar. Ello te garantizará el acceso a los sitios de interés, y el plus de una vista inigualable al Mediterráneo.
2. Un destino ideal para amantes de la playa
Si eres de aquellos que aguarda con pasión su próximo viaje para zambullirse en las cálidas aguas del mar, en Peñíscola habrás llegado a uno de tus destinos favoritos, sin duda. Es el mar Mediterráneo el que baña las costas de este pueblo, así que sus playas suelen ser de aguas cálidas y claras.
Te recomendamos especialmente Playa Norte, la más importante del pueblo y una de las más lindas de la provincia de Castellón. De arenas blancas, está flanqueada en su extremo sur por el Castillo del Papa Luna, y discurre en dirección norte hasta la zona de Benicarló.
También vale la pena conocer la Playa Sur, que se encuentra junto al puerto pesquero. Se destaca por sus aguas tranquilas y fina arena. En el paisaje marino de esta playa, seguro te llamará la atención el movimiento de los barcos entrando al puerto. También es perfecta para practicar algunos deportes náuticos como la vela o el windsurf. Por último, también te gustará visitar la Playa Las Viudas. Está junto a Playa Sur. Es pequeña y tranquila, así que es la ideal si lo que buscas es un oasis de paz.
3. Un pueblo con muchos encantos
Y si eres de los viajeros que gustan de recorrer las calles, en las de Peñíscola, encontrarás motivos de sorpresa por doquier. Te comentaremos acerca de algunos puntos en los que valdrá la pena detenerte y explorar con mayor profundidad.
Uno de ellos es la Plaza de Santa María. Para entrar en el pueblo deberás cruzar el portal de Santa María, que te llevará al recinto amurallado de la villa. La primera imagen que encuentras al hacerlo es la de esta bella plaza medieval. ¿Viste la serie de Juego de Tronos? Pues si la viste, reconocerás que esta plaza ha formado parte de sus escenarios.
Si sigues caminando te toparás con el Bufador, un enorme hueco en las rocas que está debajo de las casas donde el mar suele soplar. Suele ser un punto de mucho interés. También vale la pena que entres al Museo de la Mar, una encantadora exposición de la vida en el mar. La casa de las conchas también es referencia del pueblo, con su fachada cubierta por completo de conchas marinas.
Pero entre todos estos rincones, quizás el más alucinante es el Castillo de Peñíscola, que se alza junto al faro del pueblo. Fue construido por los caballeros templarios sobre una fortaleza árabe, a finales del siglo XIV. Buena parte de su estructura se mantiene, aunque ha sido objeto de algunas reformas. La más notable fue en el XV, cuando se reformó para convertirlo en la residencia de Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna. De hecho, en su entrada veréis una escultura suya.
La calidad del servicio y la decoración de los apartamentos en los diferentes hospedajes en Peñíscola suman como puntos extra y otorgan ese toque extra, que hará de tus vacaciones algo memorable. Y tú, ¿Ya estás listo para armar tus valijas y lanzarte a explorar Peñíscola?