Viajar sin conocer el destino es algo que puede suceder y sucede. No obstante, documentarse antes de viajar también debería ser la norma. ¿Cómo hacerlo? Lo cierto es que hay muchas formas. Las guías de viaje son, sin lugar a dudas, de las más convenientes. La primera guía de viaje se escribió en el año 330, momento en el que un viajero anónimo embarcó para realizar un peregrinaje, escribiendo así un relato titulado Itinerario desde Burdeos hasta Jerusalén. Evidentemente, desde entonces las guías han cambiado muchísimo, centrándose en esos aspectos que tanto nos interesan como turistas: puntos de interés, visitas obligadas, alojamiento y restauración. Es más, como turista hay una recomendación clara: haz bellos descubrimientos gracias a la guía de viajes. A través de portales especializados en ellas o a través de su formato en papel.
La llegada de internet
No podemos negar que con la llegada de internet todo ha cambiado. Son muchos los viajeros que deciden buscar por su cuenta información de los lugares que quieren visitar. No es que sea una mala opción, pero no podemos negar que las guías de viaje convencionales, en papel, nos proporcionan la ventaja de tenerlo todo a mano incluso cuando estamos en sitios en los que no existe cobertura. Sólo por eso, deberíamos tenerlas en cuenta. No obstante, no es la única ventaja.
Guías creadas por profesionales
Cuando buscamos información por internet, tenemos que estar muy seguros de qué estamos visitando. Es cierto que hay páginas creadas por personas que se dedican únicamente a viajar. No obstante, opciones como los portales especializados en viajes o las guías de Le Petit Futé, que además cuenta con una página bastante interesante, son otros nivel. Estas guías están escritas por autores autóctonos. Nadie mejor que una persona que conoce bien el terreno, a fondo, sin límites.
Alojamientos contradictorios
Partiendo de la base de que estas guías están escritas por personas que conocen el lugar, no nos vamos a fijar únicamente en los monumentos que hay que ver, algo que sería relativamente sencillo buscar por Internet. Sí, podemos hacerlo con los lugares en los que alojarnos o los lugares en los que comer; y es que si buscamos información en la red, seguramente nos vamos a encontrar con opiniones muy contradictorias. En estas guías de viaje, por el contrario, nos encontramos con opiniones objetivas sobre variedad, precio y calidad.
Guías de viaje: comprar o no comprar
Las guías de viaje son libros que se van actualizando. Hay enamorado de ciertos países que cuentan con colecciones muy amplias de estas guías. ¿Es un dinero bien invertido? Lo cierto es que sí. Una guía de viaje en papel, como comentábamos, nunca nos va a dejar colgados si no hay cobertura, pero es que, además, nos va a permitir organizar el viaje hasta el milímetro antes de ir.
La opción de visitar portales como Le Petit Futé, en los que ya de por sí encontramos guías online con muchísima información, nos parece también interesante. Una buena toma de contacto para inspirarnos con un montón de rutas y viajes a cualquier parte del mundo. Un buen comienzo para marcar recorridos, kilómetros y lugares interesantes para visitar. Un comienzo, insistimos, que puede completarse después adquiriendo una guía completa de ese destino que finalmente hemos escogido.