Diciembre está a la vuelta de la esquina y eso solo significa algo: ¡es momento de planear las próximas vacaciones de invierno en familia!
Lo mejor es que la temporada ofrece un sinfín de actividades para grandes y para pequeños: esquiar en familia, patinar sobre hielo, pasear y deslizarse en trineo, ir a spas termales… Ya sea que tú y los tuyos prefieran unas vacaciones extremas o más tranquilas, encontrarán un plan que les garantice diversión.
En El Viajero Feliz, queremos que tus viajes de invierno en familia sean inolvidables y, por eso, preparamos una guía que te ayudará a planificarlos. Aquí, te contaremos cuáles son los mejores destinos para pasar las vacaciones rodeado de nieve y te daremos recomendaciones para que viajes de forma más segura.
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Los mejores destinos para unas vacaciones de invierno en familia
1. Andorra
Andorra es uno de los mejores destinos para tener vacaciones de invierno en familia porque tiene miles de kilómetros esquiables, tú y tus pequeños se divertirán mucho en la nieve; y lo mejor es que la relación calidad-precio de los servicios es muy buena, lo que te garantiza un viaje con costos bastante accesibles.
Desde luego, Andorra es mucho más esquí, pero hablaremos de eso más adelante; por el momento, queremos enfocarnos en los lugares donde puedes esquiar:
- Grandvalira: es una de las estaciones de esquí más importantes de Andorra y cuenta con 6 sectores interconectados llenos de pistas para adultos y para niños, donde pueden esquiar sin importar el nivel que tengan.
- Soldeu/El Tarter: es una zona para esquiar ideal para familias que viajan con niños que tienen un nivel intermedio o avanzado, pues cuenta con pistas azules amplias y con escuelas donde pueden tomar algunas clases.
- Pal Arinsal: es una estación un poco más pequeña y familiar, y tiene pistas con un desnivel más suave, de modo que es ideal para un paseo familiar con niños que tienen poca experiencia esquiando y desean divertirse.
Además del esquí, hay otras actividades en la nieve que puedes hacer con tus hijos, como las excursiones en trineo de perros y los paseos con raquetas por el bosque. Estos planes son mucho más tranquilos y te permiten explorar la naturaleza de Andorra en familia sin los riesgos asociados al esquí. ¿Cómo suena eso?
Incluso, hay un plan más relax, pero divertido, y es ir a Caldea Spa, en Les Escaldes. Este es un centro termal con una zona exclusiva para niños de 3 a 8 años, donde pueden divertirse nadando en lagunas termales por varias horas.
2. Sierra Nevada
España es un destino ideal para viajar en verano (las playas son de película, ¿estás de acuerdo?) y en invierno también, y la razón por la que recomendamos este destino para viajar a la nieve en familia es que la Sierra Nevada, en Monachil y Dílar, cuenta con pistas y con instalaciones para deportes de invierno.
La atracción principal es la Estación de esquí de Sierra Nevada, que cuenta con pistas para adultos y para pequeños con mucha o con poca experiencia; eso sí, asegúrate de empezar lento, ya que la estación está a unos 2100 m de altura, por lo que el cambio en la altitud podría causarle algo de malestar a tus hijos o a ti. La ventaja es que hace buen sol y hay cielos despejados, lo que mejorará la experiencia.
También, hay zonas delimitadas para hacer descensos en trineo y tubing, así que la diversión segura fuera de las pistas de esquí está garantizada, no worries.
Algo más que nos gusta de la Sierra Nevada es que la población de PradoLlano concentra los servicios necesarios para disfrutar en familia: hoteles, restaurantes, cafeterías, escuelas de esquí… No tendrás que movilizarte demasiado, algo que representa una ventaja cuando viajas con niños y quieres evitar logísticas complicadas.
Dato viajero: Granada está a unos 40 min en coche. ¿Por qué no combinar tu viaje de invierno con una visita a la Alhambra de granada o con un paseo por albacín? ¡andalucía es un destino que te enamorará!
3. Alpes suizos y austriacos
Suiza y Austria son otros de los destinos más top para unas vacaciones de invierno en familia por varias razones. Para empezar, ambos países son muy seguros y cuentan con infraestructuras (escuelas y estaciones de esquí, hoteles y establecimientos gastronómicos) de primer nivel; además, el acceso a los Alpes es muy cómodo gracias a los trenes cremallera y a los teleféricos, no tendrás ningún tipo de problema.
Si viajan en busca de esquí, muchas estaciones alpinas cuentan con pistas con poco desnivel donde tus pequeños pueden esquiar de forma muy segura; incluso, en algunas, pueden aprender a hacerlo guiados por personajes de caricaturas.
En caso de que prefieras una actividad menos extrema, pueden patinar en pistas de hielo al aire libre o deslizarse en trineos; esta última actividad es popular en Austria y ofrece distintas opciones, como descensos nocturnos con cenas en los refugios de montaña. En definitiva, en estos países, no te faltará diversión en la nieve.
Algunas recomendaciones para viajar a la nieve con niños
Elige un buen alojamiento
Un viaje, ya sea en invierno o en verano, inicia eligiendo un alojamiento. Nuestra recomendación es que se hospeden en hoteles al pie de las pistas de esquí o muy cerca; estos alojamientos no son los más económicos, pero ten en cuenta que tendrás las escuelas, las rutas, los restaurantes y las cafeterías a solo metros de ti, lo que te evitará cargar con equipos pesados a diario y permitirá que tus niños descansen cuando quieran, podrás llevarlos a su habitación rápido y sin demasiados inconvenientes.
Conduce con atención por las carreteras
Si viajarás por carretera, verifica el estado de los neumáticos, de las luces (tanto de los faros como de los frenos) y de las carreteras, y ten un equipo de emergencias en la cajuela; además, no conduzcas demasiado rápido, las vías suelen ser muy resbalosas durante el invierno, y programa paradas para que los niños estiren y tú puedas descansar un poco, la fatiga del conductor es un riesgo a evitar.
Empaca todo lo necesario
Si planeas viajar a la nieve con niños, es importante que empaques lo necesario para que estén cómodos y seguros; te recomendamos llevar:
- Capa base de lana merino, de poliéster o de polipropileno, que no retienen humedad. Evita el algodón a toda costa.
- Capa intermedia, como un forro polar o una chaqueta de fibra sintética que aísle el frío de forma más efectiva.
- Capa exterior, como una chaqueta y un pantalón impermeable y transpirable para que estén cómodos siempre.
- Ropa de recambio para cada salida, en especial, calcetines y guantes, que se mojan con mucha facilidad.
- Crema solar factor 50+, no olvides que, en la montaña, los rayos UV son más fuertes y lo que menos quieres es que tus pequeños sufran una insolación. Aplícala en la cara y en los labios cada 2 horas.
- Calzados impermeables y con suelas antideslizantes que les permitan moverse en la nieve sin problemas.
- Manoplas o guantes, todo depende de la edad de tus niños.
Gestiona la altitud
Los cambios bruscos en la altitud pueden causar mareos y dolores de cabeza, sobre todo, en los más pequeños; por esa razón, es recomendable hacer los ascensos de forma gradual y mantenerse muy hidratado para evitar la deshidratación.
Lleva un botiquín
Para el viaje y en cada salida, lleva un pequeño botiquín con productos como:
- Analgésicos y antiinflamatorios para tratar el dolor de cabeza, de oído o de garganta, ya sean en tabletas o en jarabe; eso sí, recomendados por tu pediatra de cabecera.
- Pomadas antibióticas y lociones hidratantes (como calamina y gel de sábila) para tratar las alergias y las irritaciones.
Llegamos al final, pero ¡tu aventura está por iniciar! Con esta guía, puedes planear unas vacaciones de invierno en familia que querrán repetir el próximo año. Escoge Andorra, España, Suiza, Austria u otro destino de Europa, empaca tus maletas y las de tus pequeños (ya sabes qué no te debe faltar) y prepárense para un viaje lleno de nieve, de esquí, de patinaje y de diversión al aire libre. ¡Les deseamos una gran experiencia!















