Hoy nos vamos a Sudáfrica, a visitar uno de los cañones más grandes del mundo y, de entre los grandes, el más verde de todos debido a su frondosa vegetación. Situado en Mpumalanga tiene unos 25 kilómetros de longitud y se puede apreciar en todo su esplendor en lo más alto, a casi 2.000 metros sobre el nivel del mar.
El cañón se ha ido formando gracias al río Blyde que, en holandés significa feliz. Su nombre viene de los tiempos en que los Boers dominaban este país y una expedición se perdió durante algunos días. Al encontrarlos con vida, la felicidad de los hombres quedó reflejada para siempre en el nombre del río.
Y con este nombre y, con estas impresionantes postales, cómo no visitarlo. Además, es reconocido como una de las grandes maravillas del continente africano. Y teniendo en cuenta la grandeza de África, esto son palabras mayores.
Reserva natural
El cañón tiene diferentes miradores, como la llamada ‘Ventaba de Dios’ o la ‘Ventana del Diablo’, ambas recomendables a pesar de que una dé más miedo que la otra. Pero es que además, no solo podremos disfrutar de unas vistas increíbles, con unos de los mayores y más profundos acantilados del mundo, sino que su fauna es realmente diversa y digna de observar. Por ejemplo, en este cañón y alrededores se pueden observar números peces en el agua, antílopes, hipopótamos y todas las especies de primates que pueden ser vistos en Sudáfrica. Se puede decir que estamos ante un país en pequeña escala ya que él encontramos una diversidad única de especies.
Estamos en África, quizá el continente más virgen del mundo y hay que aprovecharlo.
Y por supuesto, si estáis en el país sudafricano no podéis dejar de visitar los parques y reservas que encontraréis en él. Sí, es una nación fascinante así que si tenéis la oportunidad, ¡no os la perdáis!
Imágenes: Armin Rodler, South African Tourism, Armin Rodler, Armin Rodler.