Si existe una ciudad a la que se pueda llamar sureña en Inglaterra sin que nos suene raro, esa es Brighton, una ciudad costera famosa por su ambiente, por su muelle, por su playa de piedrecitas y por ser uno de los pocos sitios del Reino Unido que permite un estilo de vida más cercano a nuestro típico sol y playa.
Brighton se encuentra a una hora en tren de Londres y a media hora del aeropuerto de Gatwick por lo que es un destino turístico tanto extranjero como nacional. Además, está bastante bien preparada para recibir visitantes ya que desde el siglo XIX se convirtió en un desino especial para los ingleses. De hecho, el Royal Pavilion fue construido como residencial real y Jorge IV lo visitó por primera vez en 1786.
Pero a parte de un palacio precioso, rodeado por jardines bastante bien cuidados, Brighton tiene una característica que lo hace especial al resto de ciudades inglesas. Su ambiente es bastante playero durante todo el año, toda la ciudad está volcada al mar y se nota simplemente dando una vuelta por ella.
Destino de estudiantes
Brighton se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos preferidos por estudiantes de todo el mundo para aprender inglés. Esto ha potenciado su ya de por su ambiente festivo. Una ciudad bastante alegre y en donde podremos encontrar tiendas, bares, restaurantes y discotecas para pasarlo bien.
Pero quizá lo más famoso de Brighton sea su muelle, el Brighton Pier, uno de los más largos del mundo y donde encontraremos un pequeño parque de atracciones. Y muy cerca de él, la noria.
La playa también es bastante grande, aunque no es de arena. Lleno de gaviotas durante todo el año, también se puede disfrutar de un magnífico paseo por ella y pararnos en cualquiera de los muchos bares que hay si tenemos sed o hambre.
En resumen, en Brighton encontraremos algo diferente a lo que estamos acostumbrados en el Reino Unido. Un destino veraniego en un país donde no están muy acostumbrados al sol.
Imágenes: Berit Watkin, Pablo Fernández, Travel & Shit, Beverley Goodwin, //joao paulo