Entre otras cosas, la crisis del coronavirus ha hecho que las vacaciones veraniegas de este año vayan a ser muy diferentes para muchos de nosotros, lo que no tiene por qué significar que no haya que disfrutarlas como siempre. En este sentido, nos gustaría proponerte una experiencia única, el Camino de Santiago, y darte a conocer algunas de las innumerables posibilidades que ofrece. Sigue leyendo si quieres conocerlas.
Un poco de historia
Como sabrás, la ruta del Camino de Santiago es la que siguen los peregrinos para llegar hasta la Catedral de Santiago de Compostela, donde está enterrado el apóstol que da nombre a la ciudad a consecuencia de que, después de haber sido asesinado en Palestina, sus discípulos lo trasladaron al noroeste de la Península Ibérica para darle el eterno descanso.
Ello supuso que, en el siglo IX, el Papa invitara a toda la cristiandad a peregrinar hasta la tumba del apóstol y Santiago se convirtiera en un destino al que llegaban personas de todos los puntos de Europa para rendir culto.
Pero además, las mencionadas peregrinaciones hicieron que se institucionalizaran una serie de caminos para llegar a Santiago de Compostela desde distintos puntos y que, a lo largo de aquellas peregrinaciones, floreciera una riquísima arquitectura románica que en sí, sigue siendo uno de los motivos por los que muchas personas siguen haciendo el Camino de Santiago a día de hoy.
Las distintas rutas y sus virtudes
En los distintos blogs como el de Camino de Santiago 10 puedes encontrar información precisa sobre cada una de las rutas que es posible seguir para llegar a la Catedral compostelana y, de hecho, te animamos a consultarlo para organizar tu viaje. Aquí daremos algunas de las claves acerca de los distintos itinerarios existentes.
El Camino del Norte
Tiene 34 etapas y discurre por más de 800 Kilómetros a lo largo de todo el litoral cantábrico, motivo por el que es considerado como el más bonito ya que pone a disposición del peregrino la posibilidad de disfrutar tanto de unos magníficos paisajes costeros como de las más bellas estampas campestres. Además de, por supuesto, impresionantes muestras de la arquitectura románica de la que hemos hablado más arriba. También cabe destacar que a lo largo de todo el trayecto no hay demasiado problema en encontrar albergues en los que pasar la noche, algo que no puede dejar de considerarse en cualquier planificación.
El Camino Primitivo
Es el más antiguo de todos y lleva desde Oviedo a Santiago de Compostela a lo largo de 323 Km divididos en 14 etapas. Aunque su longitud sea menor que la de otras variantes, cabe destacar que suele ser considerado como una de las rutas más duras por los importantes desniveles a los que hay que enfrentarse durante todo el recorrido.
No obstante, también destaca por atravesar preciosos enclaves de montaña, unos pueblos medievales muy dignos de ser visitados y, sobre todo, porque dispone de una variedad de servicios para los peregrinos que, pese a su dificultad, hacen del Camino Primitivo uno de los más cómodos.
El Camino Francés
Se trata del más popular de cuantos existen y, por ende, el más masificado de todos, lo que también supone que a lo largo de su recorrido es posible hacer uso de un número de servicios mayor al que está disponible en otras rutas. Tiene 775 Km que discurren por 32 etapas de poca dificultad, siendo éste el motivo de la masificación que acabamos de comentar. Además, destaca por transcurrir por unos pueblos y paisajes especialmente bellos y por ser preferiblemente recorrido en primavera, pues es la estación del año en la que el clima es más benigno para el peregrino.
El Camino Inglés
Tiene su origen en el siglo XII, cuando los peregrinos de Inglaterra llegaban a las costas gallegas para rendir culto a Santiago. Consta de sólo 5 etapas que discurren a lo largo de alrededor de 100 Km, dependiendo de si se inicia en Ferrol o A Coruña, y, a pesar de que discurre por unos paisajes de extremada belleza y estar excelentemente señalizado, es uno de los menos concurridos.
El Camino Portugués
Se trata de un camino sencillo de realizar, dado que cuenta con pocos desniveles, y consta de 5 etapas que pueden comenzar en Tui, pero tiene la peculiaridad de que existen variantes más largas (como la que tiene Lisboa como punto de partida) y que pueden discurrir tanto por el interior como por la costa del país luso. También es importante decir que tiene bastantes servicios a lo largo de todo su recorrido.
La Vía de la Plata
Partiendo desde Sevilla, constituye uno de los caminos más largos para llegar a la tumba del apóstol Santiago, pues cruza la Península Ibérica de sur a norte a lo largo de un total de 960 Kilómetros. Obviamente, es realmente duro completarlo, pero la belleza y variedad de los paisajes que atraviesa compensa con creces su dificultad. Además, hay que decir que el peregrino tiene los suficientes servicios a su disposición como para hacer del Camino una experiencia cómoda y agradable.
Otras posibilidades
Aparte de las seis rutas que hemos presentado, hay otras que quizás sean menos conocidas pero que resultan igualmente interesantes para cualquiera que opte por emprenderlas y, aunque te recomendamos encarecidamente consultar un blog como Camino de Santiago 10, es conveniente que al menos las nombremos.
Una de ellas es el Camino de Invierno, que es una variante del Camino Francés, que evita las zonas en las que las nevadas son especialmente intensas; otra es el Camino Sanabrés, la tercera el Camino dos Faros y la última el Camino Lebaniego.
A modo de conclusión, no podemos más que decir que el Camino de Santiago es una experiencia inolvidable para cualquiera que lo emprenda e independientemente de la ruta que se elija, pues en todos los casos se disfruta de una combinación de cultura, naturaleza y, por qué no, camaradería con otros peregrinos que no se conoce en otros viajes.