El valle del Loira es uno de eso lugares en que se reúnen las condiciones necesarias para proclamarlo como lugar de interés turístico para todo tipo de personas. ¿El motivo? Que en él podemos encontrar desde impresionantes parajes naturales a increíbles monumentos hechos por la mano del hombre que se mezclan perfectamente con el ambiente. Un claro ejemplo de ello es el Château de Chenonceau uno de los varios castillos de la zona y que se encuentra atravesando el rió Cher.

Château de Chenonceau

Los castillos del Loira, ese emblemático conjunto de construcciones que embellecen el paisaje del valle, han conseguido que aún merezca más la pena visitar esta parte de Francia. Y una de las joyas de la corona, y nunca mejor dicho ya que perteneció a la familia real francesa es el Château de Chenonceau, también conocido como el Castillo de las Damas.

Su construcción tiene lugar en el siglo XVI y desde el principio las mujeres tomaron las riendas, desde el propio diseño, ya que fue Catherine Briçonnet, esposa del intendente de impuestos de la corona, Thomas Bohier, quien se encargó de dirigir los trabajos del castillo.

Château de Chenonceau

Jardines del Château de Chenonceau

Actualmente el castillo, que a lo largo de los siglos ha pertenecido a varias familias reales, es de propiedad privada (de hecho es el monumento no estatal más visitado del país) y ofrece al visitante no solo una magnifica imagen de su construcción, atravesando el rio en un elegantísimo puente, sino que también nos permite adentrarnos en unos hermosos jardines que, por supuesto, también fueron diseñados por mujeres. El jardín de Diana de Poitiers y el jardín de Catalina de Médicis, situado cada uno de ellos a un lado de la Tour des Marques, el único vestigio de la antigua fortaleza. Y como todo gran jardín de la época tiene un laberinto circular en donde desde el centro, y gracias a una glorieta sobreelevada, se puede ver entero.

Château de Chenonceau

Desde la propia página web del castillo se puede hacer una visita guiada virtual, pero seguramente merezca mucho más la pena visitarlo personalmente.

Y si os gustan los castillos no dejéis de visitar los cuatro de Bolzano.

Imágenes: Dennis JarvisBenh LIEU SONGMarc PoppletonDennis Jarvis