La respuesta a esta pregunta puede resultar muy sencilla. Para hacer feliz a un viajero solo tienes que invitarlo a viajar. No obstante, no es la única forma, existen numerosos regalos y detalles que pueden sacar la sonrisa y acelerar el pulso de pura felicidad a todo aquel que disfruta yendo de un lugar para otro, descubriendo nuevos espacios, culturas y sabores.
Todos los viajeros tienen en común el deseo constante de salir a explorar y descubrir nuevos mundos, para ellos la equipación es fundamental. Con la ropa, herramientas y complementos adecuados no habrá destino que se les resista. Por eso, los regalos para viajeros que se presentan en la tienda online Hofmann.es son tan apreciados, porque en ellos se encuentran la forma perfecta de mantener los recuerdos de cada salida.
En esta ecommerce especializada en ideas para viajeros se ofrecen multitud de objetos y detalles que harán que cada viaje sea único y la memoria de cada salida se mantenga fresca y cercana.
Formas de conservar los recuerdos de cada viaje
No hay duda en este sentido, una de las mejores cosas que conlleva viajar es el recuerdo de la experiencia vivida. La facultad de poder acudir a la memoria para rememorar los mejores momentos, las más espléndidas vistas, los rostros de los amigos que se hicieron en el camino… de vivir una y otra vez las situaciones vividas. Sensaciones que, en cierta medida, hacen que se vuelva a viajar sin salir de la habitación.
Conservar las imágenes de cada viaje es un motor inigualable para activar esos recuerdos. Y las formas para tener esas imágenes no son únicamente en papel fotográfico o en el disco duro de un ordenador. El recuerdo también se conserva y mantiene en los objetos que se adquieren, en los souvenirs, e incluso en las piedras o flores que se recogen en un camino.
Cómo distribuir los objetos por la vivienda
Todos esos elementos que se van acumulando con cada viaje y que cuentan historias deben estar presentes en la vida de las personas. El viajero se niega a abandonar en un cajón aquello que le trae un recuerdo bonito, una aventura amorosa, una experiencia excitante…
Sin embargo, es muy complicado ponerlo todo en exposición, sobre todo si es un viajero con experiencia, que ha salido mucho y ha recopilado una buena cantidad de objetos de cada viaje. En cualquier caso, sí que hay fórmulas para que se mantengan visibles, formen parte de la decoración y formen parte del espacio habitable ideal de todo viajero, ese que le recuerda la grata experiencia del nómada.
Enmarcar
No solo las fotos se enmarcan. Una manera muy original y altamente decorativa es meter dentro de un marco otros objetos, no demasiado voluminosos, de un viaje en concreto. Con esto se crea un collage tridimensional, muy atractivo, que guardará algunas de esas piezas que se encontraron y no se quieren perder, como monedas, tickets, billetes, fotos, pegatinas, placas, souvenirs…
Cajas con nombre
Otra fórmula es la de guardar todo lo que recuerda a un determinado viaje o destino en una caja de madera o lata de metal con el nombre del lugar y la fecha. De este modo, se mantendrá visible un destino determinado, y si se quiere profundizar en la experiencia que se vivió o enseñársela a algún amigo, solo habrá que abrir la caja y recibir en tropel todas esas situaciones que traerá cada pieza guardada.
El mapamundi en la pared
También es muy decorativo tener en la pared un mapamundi. Cuanto mayor, más impactante y más cosas se podrán pegar o pinchar sobre el lugar donde ocurrió la experiencia y el objeto que lo acompañó. Ya sea la foto, un mapa del lugar, un billete de metro, el envoltorio de un aperitivo… cualquier cosa de papel o plástico servirá y quedará una forma de decoración muy atractiva y completamente diferente a lo habitual.
Una estantería modular
Este sistema de decoración es muy vistoso y queda elegante en cualquier lugar. Son muebles prácticos que pueden aumentar su tamaño a medida que vaya creciendo el número de viajes y, por tanto, la cantidad de piezas, objetos y elementos que se quieran exponer. Como regla general, son estanterías para la pared, aunque también pueden apoyarse directamente sobre el suelo, con pequeños (o grandes) compartimentos cuadrados donde ir introduciendo estos recuerdos físicos.
La mesa baja
Otra estupenda idea decorativa es la de colocar en una mesa baja, esa que suele estar frente al sofá, un vidrio y, debajo de este, sobre la superficie de la mesa, todos esos objetos de papel, como son las fotos, las rutas recorridas en mapas, sellos, billetes… que vuelven con cada viaje. Mientras se esté tomando el café o el té, se podrán observar y recordar la experiencia de las salidas sin tener que mover nada de ningún lugar.