“Todo lugar es aquí y todo momento es ahora”. Buda.
Cuando se llega naturalmente a la conclusión de que los objetos pasan y que lo único que perdura son las vivencias, el cambio de chip mental desde el interior profundo de cada ser es inmediato. Ponerse tras prioridades, probar una manera diferente de percibir la realidad, es evolucionar, junto a la posibilidad de resignificar la vida, los instantes destinados al placer, y al ocio creativo, etc. Una gran oportunidad y estado de ánimo general para planificar un nuevo viaje.
Para poner todo eso en marcha, veamos dos propuestas de alto impacto, comencemos por aquella menos conocida.
Huatulco
A orillas del Pacífico Mexicano, nueve bahías de extraordinaria belleza, entre las cuales se distinguen Puerto Escondido y Puerto Ángel. Una geografía de vegetación envolvente, selvas y la imponente Sierra Madre del Sur, confluyen para hacer del paisaje una de las delegaciones del paraíso en la tierra. Una alternativa turística para compartir en familia, con amigos, en pareja y en solitario, ideal para la práctica de deportes extremos, pesca, golf…
Todo como para quedarse un buen rato en los hoteles en Huatulco, que se destacan por el confort, diseño, servicios integrales y atención personalizada orientados en el bienestar de sus huéspedes. Pueden incluir descuentos, entre otros beneficios y planes de financiación en mensualidades fijas para aprovechar.
Dentro de los reconocidos alojamientos, y como para ir agendando, estas opciones: Las Brisas, Barceló, Castillo, Park Royal Beach, Quinta Bella, Casa Danna, Santa Cruz, Villablanca, Quinta Real, Bahía…Todas las categorías, formas de pago, un estilo a la medida de las preferencias, necesidades y capacidad presupuestaria de los más amplios públicos viajeros.
Hay mucho para recorrer, emocionarse y fotografiar en este pintoresco municipio del estado de Oaxaca, por ejemplo: las playas de Tangolunda, San Agustín, Chahué, Santa Cruz, Ricalillo, Zipolite -nudista-, Conejos, El Violín -alrededor de treinta y seis balnearios-, el Parque Nacional-fusión de ecosistemas-, City Tour, la Feria del Mar de Semana Santa, La Crucecita,-impactante imagen de diecinueve metros de la Virgen de Guadalupe-, el Parque Eco Arqueológico Copalita, Casa Chaué y Cata de Mezcales, el Centro Textil Artesanal Beel Guiée -teñido de lanas-, el Museo de Artesanías Oaxaqueñas, las Cascadas del Llano Grande, las Fincas Cafetaleras, el Mariposario, Avistaje de Aves y el Shopping Center Las Conchas.
Cancún, clásica y moderna
Es la estrella del Caribe, y la ciudad más habitada de Quintana Roo, en la Península de Yucatán. Dueña de playas extraordinarias, movida cultural, el legado de las comunidades ancestrales, tesoros arqueológicos, gastronomía con ADN propio y una intensa actividad nocturna, convoca año a año a millones de turistas a nivel mundial.
Se caracteriza además por la potencia y la diversidad de iniciativas vinculadas al hospedaje, entre ellas se distinguen: Grand Park Royal, TRS Coral, Riu Palace Costa Mujeres, Flamingo Resort, Oleo Playa All Inclusive, Emporio, Krystal, Sandos, Riu Caribe, Riu Dunamar, Panamá Jack Resorts… Espacios amigables donde se respira calma y habita la comodidad perfecta para relajarse, descansar y experimentar una estadía decididamente inolvidable.
Para confeccionar la hoja de ruta, van estas sugerencias: el Mirador Playa Delfines, el Museo Sub Acuático de Arte, la Zona Arqueológica El Rey, el Museo Maya y San Miguelito, la Playa Langosta y el Jardín de Arte, la Torre Escénica, Plaza La Isla, la Laguna de Nichupté, el Acuario Interactivo, el Mercado 28, Plaza Bonita, el Planetario Ka Yok, el Parque de Las Palapas, la Fuente Ceviche de la Avenida Tulum, el Templo del Alacrán, la discoteca Coco Bongo y Dady O, tiendas y centros comerciales como Plazas Outlet, Isla Cancún Shopping Village… Para los amantes de los tours y excursiones: el Parque Eco Didáctico Xcaret, Isla Mujeres, Chichén Itzá, Puerto Morelos, la Granja de Perlas en Cozumel…
Porque viajar es salir de la llamada zona de confort, es sacudirse la rutina, tomar cierta distancia de las pantallas, de las exigencias laborales, familiares…Viajar es alegría, es puro impulso para aprender más sobre uno mismo y sobre las costumbres de otras ciudades… Viajar es una manera de estar en el mundo desde una mirada empática, integradora. Una mirada que en cualquier caso suma calidad de vida.
El desafío es y será siempre la posibilidad de un nuevo viaje. ¡Nunca es tarde para comenzar!