Un recorrido por las monumentales Ciudades Medias del Centro de Andalucía que presiden las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén ¿nos acompañas?
A menudo solemos pensar que el «corazón» de Andalucía reside en las ciudades históricas más relevantes. Seguro que, en este momento, pasan por tu mente Sevilla, Granada, Córdoba… Pero, verdaderamente, esta comunidad alberga infinidad de territorios por descubrir a lo largo de sus más de 87.000 kilómetros cuadrados.
Con el fin de conocer más sobre el patrimonio, cultura y tradición del centro de Andalucía, nos embarcamos en la ruta Caminos de Pasión dispuestos a dejarnos conquistar por diez monumentales localidades que se ubican en las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén.
La ruta está compuesta por municipios que, además de su emblemática Semana Santa, ofrecen cultura, tradición, historia y, cómo no, una espectacular gastronomía. Te invitamos a seguirnos en nuestro recorrido Alcalá la Real, Baena, Cabra, Carmona, Écija, Lucena, Osuna, Priego de Córdoba, Puente Genil y Utrera.
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Caminos de Pasión: ¡comienza la aventura por el corazón de Andalucía!
¡Comienza el viaje! Aunque los senderos se pueden recorrer a pie o a caballo, hemos decidido hacerlo en coche. En nuestro trayecto es cada vez más habitual la presencia de motos y autocaravanas que se lanzan también a vivir esta ruta.
La aventura por el corazón de Andalucía comenzará en Carmona, municipio situado a 30 kilómetros de Sevilla, y finalizará en Puente Genil, localidad que nos conecta directamente con Madrid en dos horas mediante el AVE. Podrás recorrer todas las ciudades en cinco días, aunque, si quieres aprovechar la oferta completa, te recomendamos ampliarlo a una semana. ¡No te arrepentirás!
1. Carmona: una ciudad monumental
«Como el lucero luce en la aurora, así en Andalucía Carmona», esta frase se atribuye al rey Fernando III el Santo cuando, de lejos, divisaba la ciudad que iba a reconquistar.
Esta anécdota, origen del lucero brillante que preside su escudo, nos recuerda la relevancia histórica de este municipio.
Acceder al casco histórico supone retroceder como si de un viaje en el tiempo se tratara al Imperio Romano. En ese momento «Carmo», atravesado por la Vía Augusta, era uno de los núcleos urbanos más importantes de la Bética.
Aunque en su arquitectura civil se observan las modificaciones medievales, islámicas o cristianas, las bases son de factura romana, algo que se puede constatar en las dos puertas principales del recinto amurallado (la de Sevilla y la de Córdoba).
Pero el monumento romano más notable, único en su género, es la Necrópolis. Además, podrás admirar otros monumentos como la Plaza de San Fernando, el Convento de las Descalzas y el Museo y Centro de Interpretación, situado en un antiguo palacio del siglo XVI.
2. Utrera: la deslumbrante ciudad que vio nacer el flamenco
La localidad de Utrera, además de ofrecer innumerables atractivos en forma de monumentos, iglesias y calles con encanto, es cuna del cante, del toro bravo y del mostachón.
La ciudad, consciente de la impronta que dejaron sus personajes más relevantes, les rinde homenaje en forma de monumentos. Te invitamos a pasear desde la Plaza del Altozano y la Constitución y recorrer sus calles admirando las estatuas de artistas del flamenco como Enrique Montoya o La Niña del Arco; de dramaturgos como Los Hermanos Álvarez Quintero o la emblemática figura del alcalde Enrique de la Cuadra, que llevó a Utrera al siglo XX con la construcción del primer teatro de Utrera, la modernización del cultivo del aceite y la restauración de sus principales iglesias. No dejes de visitar la preciosa casa-palacio donde hoy se ubica el ayuntamiento.
Resulta imposible hablar de Utrera sin mencionar el flamenco, todo un modo de vida que marca el ritmo de la localidad. Aquí se celebra el festival flamenco más antiguo del mundo: El Potaje Gitano.
No puedes irte de Utrera sin probar su mostachón. Un bizcocho redondo típico de la localidad con una sencilla receta que te cautivará: harina, huevos, canela, azúcar y miel. Puedes encontrarlo en diversas pastelerías.
Te recomendamos probar el mostachón de azúcar de caña de Diego Vázquez y, si como nosotros eres arriesgado y quieres un extra de dulce, visita la pastelería «El Cordero» y lánzate a probar uno de sus mostachones rellenos de chocolate o nata con tocino de cielo.
3. Osuna: la monumental ciudad escenario de Juego de Tronos
¿Sabías que Osuna es una de las ciudades de Europa con mayor densidad de palacios en su casco urbano? Esta es tan solo una de las particularidades de una ciudad que, con alma de pueblo, ofrece tesoros en cada esquina como el Palacio del Marqués de la Gomera, el Palacio de Govantes y Herdara o el Palacio de los Cepeda.
En la calle de San Pedro encontrarás numerosos palacios y casas señoriales a cada paso, literalmente, recuerda que es la ciudad europea con más palacios por metro cuadrado.
Además de su alto valor patrimonial y monumental, Osuna puede presumir de albergar el mayor conjunto renacentista sevillano gracias a sus iglesias, conventos, la universidad, el Sepulcro Dual y la Colegiata, entre otros. De visita obligada es esta última: la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los mejores exponentes de arquitectura del Renacimiento en España.
Su arquitectura, monumentos y tranquilidad te conquistarán al instante, como han hecho con miles de estudiantes que cada año eligen Osuna como ciudad universitaria o con los productores de Juego de Tronos, que han optado por rodar en su fantástico escenario.
4. Écija, skyline de la Ciudad de las Torres
Nada más pisar la Plaza Mayor de Écija puedes notar el pasado señorial de esta ciudad, declarada Conjunto Histórico Artístico en 1966. Abrazada por sus grandiosas Torres y Cúpulas Barrocas, invita a realizar un paseo tranquilo por sus iglesias, palacios y casas señoriales.
Entre una arquitectura civil inmensurable, resulta complicado elegir. Te recomendamos pasar un fin de semana para visitarlo al completo, son monumentos de visita obligada : el Palacio de Santaella, la Casa-Palacio de los Palma, la Casa de los Pareja (actual Biblioteca Municipal) y el Palacio de los Marqueses de Peñaflor, conocido por tener el balcón más grande de Europa con una envergadura de 59 metros.
No olvides hacer una parada en el Palacio de Benamejí, una de las obras fundamentales de la arquitectura civil barroca en Andalucía. Además de visitar el Museo Histórico Municipal, podrás degustar comida tradicional de la localidad en el Restaurante las Ninfas, que se encuentra en el interior de Palacio. Un placer degustar su arroz con perdiz entre las paredes de un Palacio del siglo XVIII.
5. Lucena, la huella viva de las tres culturas
Lucena es la segunda ciudad más importante de la provincia de Córdoba, por lo que en ella podemos disfrutar de una amplísima oferta cultural, patrimonial e histórica, así como de una amplia oferta gastronómica y hotelera. Te recomendamos descansar en Doña Lola, toda una experiencia en pleno centro.
Considerada ciudad de las tres culturas por la convivencia de cristianos, judíos y árabes, sus calles mantienen y ponen en valor monumentos de todas ellas. Llama especialmente la atención el hecho de haber sido la principal población judía de Al Andalus, todavía hoy alberga vestigios sorprendentes como las estrechas calles de su centro histórico, la antigua sinagoga o la necrópolis.
Sin salir del centro de la ciudad, podrás visitar el Castillo del Moral y el Palacio de los Condes de Santa Ana (Centro de interpretación de la ciudad).
Si algo ofrece esta ciudad situada en el corazón de Andalucía es una pausa, un viaje en el tiempo, un lugar en el que perderse y conectar con nuestro pasado. En 2022 se ha producido la apertura al público de los alfares romanos de Los Tejares, el primer ejemplo de esta arquitectura abierto a la actividad turística a nivel nacional. En sus instalaciones podrás admirar siete hornos de época romana, piezas de artesanía y proyecciones audiovisuales sobre el oficio de la alfarería.
No te vayas de Lucena sin ascender hasta la ermita de «Nuestra Señora de Araceli», además de un paisaje espectacular podrás admirar el impresionante santuario barroco que guarda la imagen de la Patrona de la localidad.
6. Cortijo Suerte Alta (Baena): piérdete entre olivos centenarios
Entre ciudades llenas de patrimonio e historia de la ruta Caminos de Pasión, decidimos hacer una pausa en el camino en el término municipal de Baena para visitar el Cortijo de Suerte Alta. Mientras avanzamos por la extensión de sus 255 hectáreas de olivar, en nuestras cabezas resuenan los versos de Machado “¡El campo andaluz, peinado por el sol canicular, de loma en loma rayado de olivar y de olivar!”, y es que, no podemos olvidar que Andalucía es una de las principales regiones productoras de aceite de oliva a nivel mundial.
Recomendamos visitar la almazara construida en 2006 en la que se elabora aceite de oliva virgen extra ecológico. Integrada en el paisaje y cubierta de jazmines encontramos este moderno edificio bioclimático diseñado para minimizar el consumo de energía y garantizar la conservación del aceite en la bodega.
Despierta los cinco sentidos al realizar una cata de aceites en la que disfrutarás de los matices característicos de las variedades de Baena: Picudo, Picual y Hojiblanco.
7. Alcalá la Real, la impresionante Fortaleza de la Mota
Nos trasladamos a la Sierra Sur de Jaén para adentrarnos en las murallas de la Fortaleza de La Mota. Al atravesarlas podremos admirar lo que fue Alcalá la Real, uno de los más completos sistemas defensivos de al-Andalus datado en los siglos XIII y XIV, aunque también podemos ver en ellas elementos de épocas anteriores.
Durante unas horas, te recomendamos apagar el reloj y poner el móvil en modo avión para viajar a la Edad Media y perderte en una de las fortalezas más grandes y mejor conservadas de Andalucía.
Pasea por su entramado urbano, su alcazaba, Iglesia Mayor, bodegas, adarve, calles, casas… Se trata de una visita que no te dejará indiferente, por algo esta ciudad está declarado Bien de Interés Cultural.
Debido a su riqueza y abundancia histórica, te recomendamos realizar la visita de la mano de uno de los expertos guías que podrás encontrar en la entrada de la Fortaleza de Mota. Si quieres sumergirte en sus leyendas y recorrer sus pasadizos más secretos, te recomendamos realizar la ruta de La ciudad Oculta.
Aunque quedemos impresionados por la magnitud de La Mota, no hay que olvidar que Alcalá la Real ofrece más rincones como el Palacio de la Hilandera, Mirador de San Marcos y su Museo Arqueológico.
8. Priego de Córdoba: parecen mentira, tantas flores de verdad
«Parecen mentira, tantas flores de verdad», poco más tenemos que añadir a las palabras que la poeta Gloria Fuertes pronunció al visitar el barrio de La Villa. En pleno casco histórico de Priego de Córdoba, pasear por las calles estrechas y admirar las fachadas florales es pura poesía, nada tiene que envidiar a barrios como el de Santa Cruz de Sevilla o la Judería Cordobesa.
Del color y olores de este pintoresco barrio histórico, nos trasladamos a otro de los enclaves que más “vida” da a la población. Se trata de la Fuente del Rey y la Fuente de la Salud. Lugar en el que nace el manantial que abastece de agua a la población. De estilo barroco y neoclásico que nos traslada a la Fontana di Trevi. Puedes detenerte a admirar sus 139 caños, muchos de ellos con mascarones de piedra de rostros fantasmagóricos.
No puedes irte de Priego de Córdoba sin visitar una de las obras maestras del barroco español: el Sagrario de la Iglesia de la Asunción, las Carnicerías Reales y las vistas desde la cima del Castillo.
Una vez visitados los principales monumentos, hay que disfrutar de su amplia oferta gastronómica. Te recomendamos el Gatrobar Zyrah, local céntrico que ofrece productos locales y platos fusión con sabores internacionales, todo bañado por el sabor del aceite de oliva virgen extra de la DOP Priego de Córdoba, la Denominación de Origen Protegida más premiada del mundo.
9. Cabra: el corazón geográfico de Andalucía
La localidad cordobesa de Cabra se encuentra afincada en el centro geográfico de Andalucía y abre paso al Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Los egabrenses, sí, este es el gentilicio de Cabra, sienten este municipio como corazón del universo.
Comenzamos nuestro paseo por el castillo de los Condes de Cabra, levantado en el siglo XV sobre una antigua fortaleza romana. Junto a él encontramos la Parroquia de la Asunción y Ángeles, con su fachada de mármol rojo característico de la zona y que encontraremos en más rincones al callejear por la localidad.
No te pierdas el barrio del Cerro. Sus balcones floridos, fachadas y patios regalan esa esencia cordobesa tan buscada. Sus calles inspiraron a Juan Valera ya que plasmó su ambiente en una de sus obras más aclamadas: en sus calles transcurre la vida de Pepita Jiménez.
Te invitamos a pasear con calma y dejarte sorprender por todas las caras que la localidad te ofrece.
10. Puente Genil, un dulce final
Llegamos al final de nuestro periplo por las ciudades medias del corazón de Andalucía. Y no se nos ocurre mejor broche. Pensar en Puente Genial nos evoca el dulce sabor de su membrillo, pero esta localidad cordobesa, tiene otros muchos tesoros que ofrecer al visitante.
Una de sus señas de identidad es la Semana Santa, la popularmente conocida “Mananta”. Una de las particularidades de esta fiesta es la presencia de personajes bíblicos con característicos rostrillos. Los vecinos de la localidad teatralizan los Pasajes bíblicos acompañando a los pasos y nazarenos. Puedes conocer más sobre ella en el Museo de la Semana Santa.
El Viajero Feliz tuvo la suerte de asistir a un evento histórico: la procesión Magna Mariana con la salida de 18 imágenes.
Puente Genil es cultura, fiesta, gastronomía e historia. No dejes de visitar, a tan solo 3 km del núcleo urbano, el Yacimiento Arqueológico Villa Romana de Fuente Álamo, que dispone de una de las más relevantes muestras peninsulares de mosaicos.
¿Sabías que Puente Genil es el único pueblo cordobés que cuenta con el reconocimiento Bib Gourmand? Distinción que la Guía Michelín otorgó a Casa Pedro y Alma de Ezequiel Montilla. Por ello es de parada obligatoria. Aunque Pedro te aconsejará a la perfección, te recomendamos probar su salmorejo, sus ibéricos y mariscos y, cómo no, finalizar con un membrillo con queso y nueces.
Y así finaliza uno de los recorridos que cambiará tu visión de Andalucía: una tranquilidad que sólo puedes sentir, oler, ver y saborear alejado de las grandes urbes. Una experiencia turística de calidad que hará que una parte de ti se quede en el corazón de esta comunidad.