¿Imposible? ¿Demasiado bonito para ser auténtico? ¿A lo mejor es por eso le llaman el Secreto mejor guardado de Tucson? Hoy entraremos en el corazón de ese celado secreto y veremos todo lo que esconde: un paraíso, un oasis en el que perderse en secreto, o a voces. ¡Qué más da! Lo importante es disfrutarlo. Hoy nos vamos al nuevo mundo a para visitar el Parque Regional de Tucson, Agua Caliente Park, en Estados Unidos.
El secreto mejor guardado de Tucson
Para poder contemplar esa maravilla de parque natural tenemos antes que llegar a Tucson, una ciudad del estado de Arizona, una de esas ciudades que pueden presumir de encerrar de algún modo la esencia de una ciudad típica USA con sus inmensos desiertos que se alternan a grandísimas ciudades, para luego volver a los cañones y cerros típicos de las películas del oeste.
Una ciudad que tiene una infinidad de atractivos turísticos: desde el desierto de Sonora, a las montañas de Santa Catalina, pasando por museos, planetarios, observatorios, al precioso pueblo de San Xavier del pasado español de la ciudad, el museo aeronáutico, casinos, poblados del antiguo oeste, espectáculos típicos como el rodeo, cuevas y su secreto mejor guardado…
Aunque pueda parecer uno de esos pantanos salvajes de Florida, lecho de enormes cocodrilos, estamos en el interior del Agua Caliente Park, un espectacular oasis natural que surge en medio del desierto de Sonora.
Cuenta con 101 acres de terreno donde se mezclan una exuberante flora nativa con las más variopintas especies animales autóctonas e importadas, que coexisten gracias a la peculiares características hidrográficas de la zona. ¡Precioso!
Algunos de los animales que puedes admirar dentro de esta reserva son garzas azules, blancas, patos de cuello anillado, papamoscas bermellón, colibríes, tortugas, las simpáticas ardillas de tierra y otros más curiosos como el lagarto espinoso, e incluso feroces como el lince y aves rapaces. Pero no creas que han sido los únicos que han sabido apreciar la belleza y buenas prestaciones del lugar, pues se han encontrado vestigios de asentamientos humanos que se remontan a 5.500 años. ¡Fantástico!
Si los animales y los estanques son un punto fuerte del parque, no lo es menos su flora, pues tienes grandes extensiones cubiertas por la vegetación más exótica que puedas imaginar: palmeras gigantescas, cactus, chumberas, jojoba, árboles de yuca pero de entre todos ellos destaca el Gran árbol de Mesquite, que se encuetra cerca de la casa principal del rancho y se cree que tiene más de 200 años. ¡Cuántas historias podría contarnos!
Si no te basta un día para visitar el parque o simplemente quieres recrearte un poco más, sólo tienes que ir preparado con tu tienda y dirigirte al área reservada a tal fin: allí podrás encontrar también mesas para picnic, agua, área de juego para los más peques e incluso parrillas para asar. Al terminar el día si te apetece un baño, puedes relajarte en las piscinas de aguas termales procedentes de los manantiales que tiene el parque, y es que no le falta un detalle a este idílico lugar.
Ahora ya conoces el secreto de Tucson, ¿qué esperas para venir a visitarlo? Comparte este post con tus amigos y contadnos vuestra opinión.
Imágenes: ebird8, Andrew, Lisa’s Point of View, Patrick MONNEY, Jack and Petra Clayton, Laura Hamilton,