Si estás buscando un destino que te maraville y te sorprenda a partes iguales. Si sueñas con visitar un lugar en el que puedas disfrutar de buena gastronomía, de museos peculiares e interesantes y, además, de rincones llenos de historia. No lo dudes, la localidad suiza de Gruyères es perfecta para ti. ¿Quieres saber por qué?

Gruyères: historia, quesos y extraterrestres

Empecemos por lo más obvio, por su producto más conocido, el que recibe el nombre de la región: el queso de Gruyère. Si eres de los que disfrutas comiendo, aquí lo harás de lo lindo. Incluso podrás ver cómo se elabora este delicioso manjar de manera artesanal. Pero, será solo la guinda del pastel, porque en este pequeño pueblo hay tantos atractivos que es posible que te olvides incluso de comer.

Gruyeres

Gruyères es una encantadora localidad con sabor medieval, diminuta, pero que recuerda los cuentos que leíamos de pequeños. Una ciudad con siglos de historia que se saborean en sus escasas calles, en sus cuidadas casas y en su maravilloso castillo.

Un castillo que corona un cerro desde el que se domina toda la zona. Con 800 años de historia, la fortaleza está magníficamente conservada y hoy alberga un museo en el que se expone cómo era la vida en ella a través de muebles, vestuario, armaduras y todo tipo de objetos. Pero, además de hacer un recorrido por el pasado contemplando sus estancias, también podrás disfrutar de alguna de las exposiciones itinerantes de arte moderno que acoge habitualmente.

Castillo de Gruyeres

Pero, Gruyères es tan hermoso como extravagante. ¿Por qué? Porque entre tanta historia y tradición encontramos dos museos sorprendentes: uno dedicado a los extraterrestres y otro al Tibet.

Muy cerca del castillo encontramos el primero de ellos. ¿Te suena el nombre de H.R. Giger? Este suizo, ganador de un Oscar, es el “padre” del monstruo protagonista de Alien y de toda la escenografía de la película.

Museo Giger Gruyeres

En el museo que lleva el nombre del oscarizado artista se exhibe toda una colección de horripilantes seres nacidos de su imaginación. Si eres aficionado a las películas de ciencia ficción aquí disfrutarás a lo grande, pero si no lo eres ¡mucho cuidado! Es posible que sufras pesadillas protagonizadas por alguno de los seres que aquí contemplarás.

Si después de salir de este museo aún te quedan ganas de más, justo enfrente tienes el bar de H .R. Giger, diseñado por él. Es fácil imaginar cómo es la decoración, ¿no?

Giger bar Gruyeres

Bastante menos impresionante, pero igualmente llamativo teniendo en cuenta que nos encontramos en Suiza, es el museo dedicado al Tíbet. Un museo que exhibe centenares de piezas de la zona del Himalaya, desde esculturas budistas a pinturas y obras de todo tipo que el coleccionista Alain Bordier ha ido recopilando en sus viajes al Tíbet. Un lugar, este sí, donde reina la calma y la armonía.

Ya lo has visto, Gruyères es mucho más que la cuna del archiconocido queso ¿Imaginabas un lugar tan sorprendente? Seguro que no. Y puedes seguir viajando con nosotros a otros rincones también de fantasía. ¿Conoces Fly Geyser?

Imágenes: Fèlix GonzálezDavidArmando MaynezMarco FaréPaul.