¿Te gustaría visitar la casa de la Virgen María, madre de Jesús? A escasos 3km de la población de Selcuz, en Turquía, se encuentran los restos arqueológicos de la antigua Éfeso, uno de los enclaves arqueológicos más turísticos del mundo. Es tan impresionante su legado histórico y artístico que es muy posible llegue a formar parte próximamente del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Pero eso no es todo lo que esa zona esconde. ¿Quieres descubrirlo?
Los restos arqueológicos de Éfeso
¿Qué nos podemos encontrar allí? Auténticos vestigios de un pasado esplendoroso que incluye el templo de Adriano, el Ágora, la fuente de Polio, el Pritaneo (lugar donde se reunían los magistrados de la ciudad y se guardaba el fuego sagrado) , el Odeón, el Gran Teatro, la Biblioteca de Celso, …
Pero eso no es todo…
Muy cercano a Éfeso, se encuentra un lugar muy especial para los cristianos: la casa de la Virgen María. Sí, la mismísima madre de Jesús, quien, según la tradición, acompañada por San Juan, se desplazó a este lugar tras la muerte de su hijo en la cruz, donde vivió modestamente hasta su Asunción y subida a los cielos.
Lo cierto es que, independientemente de si somos religiosos o no, el descubrimiento de este lugar está envuelto en misterio. La casa se encontró en el siglo XIV gracias a las “visiones” de la beata Ana Catalina Emmerick, una monja católica alemana que aseguraba hablar con Jesucristo, lo cual es totalmente impresionante, dado que Emmerick nunca había visitado Éfeso, y, de hecho, la ciudad todavía no se había excavado. Además, la casa se descubrió después de su muerte, así que no había ninguna manera de que ella manipulara la información. ¿Un verdadero milagro?
La Casa de la Virgen María
El lugar en sí es una pequeña iglesia bizantina que se cree que data del siglo XIII. No obstante, esta modesta capilla está construida sobre los restos de un edificio previo que, aunque es complicado probar que se remonte a los tiempos apostólicos, sí que se acerca mucho. De hecho, muchos de los restos provienen de los siglos VI y VII, pero otras partes se han fechado del siglo I. De todas maneras, se restauró en el siglo XVIII, y ahora se divide la capilla gracias a una línea roja, que separa los restos originales de sus añadiduras más recientes.
La capilla es modesta y discreta, a pesar de ser el centro de tanta controversia. Los peregrinos que entran se encuentran primero con un altar presidido por una estatua que representa la imagen de la Virgen María pero, no obstante, lo interesante es la pequeña habitación a la derecha, donde se dice que dormía la Virgen.
Además de eso, para los peregrinos, fuera de la casa hay un particular “muro de los deseos”, donde estos han ido colocando en papel o tela mensajes y deseos. Cerca también se encuentra una fuente que, según se dice, cura la infertilidad.
Pero, ¿es real?
Lo cierto es que no hay manera de saberlo con certeza, cuando ya la propia existencia de la Virgen María se pone en entredicho por mucha gente. No obstante, aunque la Iglesia Católica nunca ha confirmado ni negado la autenticidad del lugar, esta humilde casa ha sido declarada lugar santo y de peregrinación por la Iglesia Católica y ha sido visitada por, entre otros, los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. Además, la casa recibe la constante visita de peregrinos venidos de todas las partes del mundo a rendir tributo al lugar donde se cree que vivió años tan duros la Virgen María. Así que… ¿tú que crees?
¿Qué opinas? ¿Serían las visiones de Ana Catalina Emmerick correctas? ¿Si no, cómo se pudo encontrar este lugar? ¿La Virgen vivió en esa casa? ¿Peregrinarías a ella igualmente? Si te ha interesado comenta y comparte, y si quieres seguir aprendiendo más sobre Turquía, descubre
Imágenes: damian entwistle, Serdar Gurbuz Photography, Kevin Hoogheem, Neil Howard, detroitstylz, Erik Cleves Kristensen