En algunas ocasiones el calor nos abruma y supone demasiado para nuestro cuerpo. Para muchas personas, el verano es una época estival agobiante, con temperaturas altas que solo pueden soportarse gracias a los baños en aguas de las piscinas o playas. Seguro que ya has conocido algunas de las mejores piscinas artificiales del mundo, pero.. ¿y las naturales? Ahora te mostramos las piscinas naturales más bellas de España. ¡Vamos a verlas!
1. La Fontcalda
En la provincia de Tarragona, cercana al Santuario de la Fontcalda y al río Canaletes, se localiza una de las piscinas naturales más hermosas de España. Es popularmente conocida como la Fuente de los Chorros y se sitúa entre las sierras de la Mola y Crestall. Sus aguas son conocidas por tener componentes como el carbonato cálcico, cloruro sódico o sulfato magnésico, entre otros elementos.
2. Las Berceas
Las Barceas son las piscinas naturales de Cercedillas, y se encuentran entre el Valle de la Fuenfría y la localidad de Cercedilla, cercana a los restos de la vía romana. Se trata de un parque situado en el pinar de las Dehesas, lleno de merenderos, juegos, parques y piscinas.
Fueron construidas en el año 1978, y su calificación como “naturales” se refiere al agua que procedía del arroyo y las alimentaba en ese tiempo. Un tiempo más tarde, durante época de sequía, se tomó la decisión de que el agua se tratara con el fin de que su consumo se redujera. Esto no ha impedido que el agua siga igual de fría y perfecta para el verano.
3. Embalse de Orellana
Se trata de la primera una de las primeras piscinas naturales en conseguir la bandera azul en España. Este embalse dispone de una playa llena de plataformas para poder tomar el sol tranquilamente en el césped o en la arena. Si lo que deseas es realizar algún deporte acuático, este es el mejor lugar: esquí acuático, vela o piragüismo. ¡Un lugar ideal!
Son muchas las piscinas naturales que hay en España ¿Sabes de alguna más? Si te ha parecido interesante, también puedes leer «Las mejores piscinas artificiales del mundo (I)».
Imágenes: Sílvia Martín,