Las Islas Baleares son uno de los mejores rincones de España, y en verano incluso del mundo. Con una fama de sol y buen tiempo durante todo el día reconocida en todo el planeta, su capital, Mallorca, es una de las ciudades que más dinero aporta a la nación en concepto de turismo. Pero, ¿qué la convierte en tan especial? Sus espectaculares calas.
Si nos alejamos del centro de la ciudad, Mallorca alberga un sinfín de destinos de playa. No obstante, para poder conocerlos en su mayoría, precisamos de un vehículo. Conducir por la costa mallorquina, bordeando los límites de la isla con el mar Mediterráneo, es toda una emocionante aventura. Para ello, lo más adecuado es acogerse a una opción de alquiler de coches en Mallorca.
Empresas como Roig facilitan la elección de vehículos en alquiler, que sin duda es la más oportuna para conocer todas las calas y los rincones que tiene para desentrañar el territorio mallorquín. Pasamos ya a hacer una lista con la mejores calas y las rutas para llegar a ellas, pues lo cierto es que ninguna de ellas se encuentra demasiado alejada del centro de la isla.
Cala Formentor, un espectáculo natural entre verde y azul
El verdor de las montañas mezclado con el azul turquesa de las aguas. Sí duda alguna, la cala Formentor es una de las mejores playas que existen en Mallorca y en todas las Islas Baleares. Nada tiene que envidiar esta cala a la Costa Azul, ya que sus propias aguas son de una tonalidad turquesa muy distinguida.
Pero si por algo resalta Formentor es por su contraste entre montaña y mar. El color verde de la arboleda se mezcla de forma perfecta con el azul del agua, y el reflejo conseguido en el espejo de agua es digno de ver.
¿Cómo se puede llegar a la cala Formentor? Como ya decimos en el título y al igual que ocurre en la mayoría de las calas de Mallorca, se puede acceder de forma mucho más fácil en coche. De lo contrario el paseo hasta tal playa es bastante complicado. Situada en el Puerto de Pollença, en caso de partir desde el centro de Mallorca, se llega a esta cala en 38 minutos.
Una de las calas más tranquilas es la de Santanyí
Quizá no destaque por ser desconocida o tener un acceso demasiado complicado, pero sin duda Santanyí ofrece opciones de relax con las que no se puede comparar ninguna otra playa. Observar la puesta de sol con alguien especial en este lugar es muy recomendable, mientras se disfruta de una copa servida en una hamaca.
Llegar a la cala Santanyí es bastante sencillo, sobre todo gracias a un aparcamiento público situado muy cerca con acceso directo a la carretera. Restaurantes, tiendas y otros servicios son parte de esta cala única.
Eso sí, la tranquilidad le viene dada de unos años a esta parte, pues antaño era un lugar frecuentado por piratas. Pero para los turistas, ¿cuánto tiempo separa la ruta en coche desde Palma de Mallorca hasta esta cala imprescindible? Si nos encontramos allí y disponemos de 51 minutos para hacer el viaje, desde luego que nadie se quejará de ello.
Sa Calobra, un paraíso escondido tras Tramuntana
Una de las sierras más espectaculares y con mejor paso de España, la Sierra de Tramuntana, esconde tras sus paredes una cala de gran calidad. Se trata de Sa Calobra, un rincón escondido al norte de la isla.
Sus aguas son muy tranquilas y cristalinas, por lo que son una de las preferencias de los bañistas durante casi todo el año. Llegar a ella desde Palma es también todo un espectáculo, pues Tramuntana alberga unos paisajes realmente auténticos de la fauna y flora balear.
En poco más de una hora y después de contemplar y quedarse boquiabierto con los paisajes se llega a la cala Sa Calobra. ¿Qué más se puede pedir para visitarla y disfrutar de todo lo que tiene para ofrecer?
Una cala salvaje al sur de Mallorca: Cala Figuera
Cerramos el apartado de algunas de las mejores calas de Mallorca a las que llegar en coche con la Cala Figuera. Justo en el punto contrario en el que se encuentra Sa Calobra y muy cerca de Cala D’or está ubicada este destino, que es además uno de los más salvajes de toda Mallorca.
La playa está escondida entre montañas y peñascos, y su acceso es de los más complicados. Eso sí, para llegar a ella desde Palma se tarda menos de una hora.
Al llegar a uno le parece que allí se pueden contar un sinfín de historias de piratas, mientras el rumor de las olas golpeando contra las paredes rocosas se hace más agudo. No obstante, es un gran sitio para disfrutar del relax que proclaman estos rincones.