La Gran Manzana atrae cada año a millones de visitantes de todo el mundo; de hecho, absorbe a la gran mayoría de las visitas que se realizan a Estados Unidos y también es un lugar que un gran número de estadounidenses elige para visitar a nivel nacional.

Cualquier estación es buena para darse una vuelta por la ciudad de los rascacielos, aunque el clima es mucho más benévolo en primavera u otoño (desde luego, mucho más que el terrorífico calor de la época estival).

Navidad en Nueva York: hay que vivirla

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Empieza la acción… y la Navidad

Pero la Navidad tiene un encanto especial en Nueva York. Tras el tradicional encendido del árbol de Navidad del Rockefeller Center, que se produce a principios de diciembre desde 1931, se da el pistoletazo de salida a la época navideña de la ciudad; un evento que suele acompañarse de música (este año con un concierto de la banda Chicago y de John Bon Jovi, sin ir más lejos), y de los focos mediáticos de medio mundo para ver cómo se iluminan sus más de 50.000 luces de colores.

A partir de aquí, la ciudad se engalana y nos transmite el más puro sentimiento navideño con las luces de sus calles y sus tiendas, o los mercadillos que nos permitirán comprar originales regalos y objetos de decoración. Destaca el que se encuentra a las puertas de Central Park, con más de 150 expositores, y el de Bryant Park, que complementa su oferta con una gran variedad de puestos de comida.

Qué ver

A todo esto hemos de añadir las pistas de patinaje sobre hielo que se habilitan en esta época, seña de identidad de las fechas navideñas en la Gran Manzana. Las más populares son las del propio Rockefeller Center (con más de 80 años de historia a sus espaldas), y la icónica de Central Park (donde ofrecen un servicio de alquiler de patines). Todo ello en una ciudad con su clásica estampa de las alcantarillas desprendiendo vapor.

Visitar alguna de sus espectaculares tiendas, decoradas para la ocasión, también se convierte en una actividad obligada. Es el caso de Macy´s, donde podremos encontrar al propio Santa Claus en Santaland.

Saliendo de Manhattan

Y fuera de Manhattan, en Staten Island, podemos recalar en el Festival de Luces de Invierno, un espectáculo que vale la pena (aunque deberemos comprar previamente las entradas). Si nos desplazamos hasta Brooklyn, por su parte, podremos disfrutar de la decoración de las casas del barrio de Dyker Heights, del que ya os hemos hablado en alguna ocasión anterior.

Pero no todos los atractivos de este viaje pasan, únicamente, por la ciudad de Nueva York o, más concretamente, por Manhattan. Podemos programar una serie de visitas que nos ayudarán a aprovechar bien nuestra estancia.

Un ejemplo sería Atlantic City, a poco más de dos horas de viaje. Ubicada en New Jersey, fue una ciudad balneario que hoy es especialmente conocida por su gran número de casinos. Considerada Las Vegas de la Costa Este, sus actividades de ocio han inspirado numerosos eventos a los que hoy podemos acceder sin desplazarnos, pero vale la pena visitarla por su paseo marítimo, sus tiendas y sus espectaculares hoteles, entre otras atracciones y shows más que recomendables, como conciertos o combates de boxeo, siempre con invitados de renombre mundial.

Cifras de vértigo

Como mencionábamos al principio de este artículo, la ciudad de Nueva York es uno de los destinos principales del mundo; de hecho, para este año ya se estima que han pasado por ella 67 millones de turistas. Y, evidentemente, la Navidad da un empujón final a estas cifras, ya que atrae a muchísimas personas que se ilusionan con esta época del año y a las que les apetece deslumbrarse con el Nueva York navideño, lo que se materializa en algo más de un 10% de las visitas anuales concentrado en estos días.

Pero todo esto son solo números. Os animamos a que descubráis la ciudad en estas fechas por vosotros mismos y que la sintáis, con sus colores, sus olores y sus ruidos. Como dice la canción de Michael Jackson, si esta ciudad es una manzana, entonces déjame darle un bocado.