Vive con nosotros el privilegio de pasear por las calles de una de las ciudades más antiguas del Sudaméricam, tan antigua como la popular Machu Picchu. Disfruta y siéntete como un verdadero inca, pues es el la única ciudad de esta increíble civilización que siempre ha sido habitada. Uno de los pocos conjuntos arqueológicos, por no decir el único, en el que no tienes que imaginar cómo sería verla llena de vida pues sus plazas, calles y casas están sorprendentemente llenas de vida. ¡Veamos cuál es!

Ollantaytambo

Ollantaytambo city¡Mira qué espectáculo! No me digas que no es algo único. A menudo cuando se visitan las ruinas incas, se limitan a llevarte a ver el Valle Sagrado y pasan por alto lugares tan curiosos e interesantes como este. Se encuentra a 75 km de la ciudad peruana de Cusco, a la que puedes llegar en avión para proseguir el viaje en dirección noroeste, donde confluyen los ríos Patakancha y Urumbamba a 2792 m. sobre el nivel del mar. Debido a su ubicación, es aconsejable programar el viaje entre los meses de abril a diciembre.

Plaza de Armas

Nuestro primer contacto con la Fortaleza de los Dioses es en la Plaza de Armas, donde nos deja el autobús. La bienvenida nos la da esta preciosa estatua de un guerrero inca, con el magnífico fondo de las majestuosas montañas andinas que parecen abrazar la ciudad.

Plaza de Armas

Esta estatua nos recuerda que esta ciudad nace para defender el Valle Sagrado, convirtiéndose en la principal resistencia de los incas contra los conquistadores. De hecho, veremos que la arquitectura de la ciudad tiene un marcado carácter defensivo.

Andenería

Desde la Plaza de Armas nos dirigimos hacia la zona norte de la localidad para contemplar la formidable obra de ingeniería inca: los característicos terrazales, Andenería. Cumplían varias funciones: la de abastecimiento de agua, cultivo y defensa.

Andenería

Se componen de un total de 150 escalones perfectos, que hoy día forman un hermoso mirador testimonio de la grandeza e inteligencia de la mítica civilización que ocupaba estas tierras. Resulta casi surrealista poder recorrer las calles y admirar las casas que dieron cobijo a este legendario pueblo.

Plaza Manyaraqui

Manyaraki Square

Siguiendo el trazado recto de las calles, llegamos hasta la Plaza Manyaraqui, el centro urbano de la época donde se situaban los edificios más grandes e importantes y las fuentes sagradas. Estas tenían una gran importancia, pues se cree que los nativos rendían culto al agua.

Pinkylluna

Pinkylluna

Sobre el cerro en el que se sitúan la Andenería llama en seguida la atención estas construcciones llamadas Pinkylluna. Aunque parezcan casas, eran en realidad unos depósitos agrícolas como unos grandes almacenes de la época, de dos y tres pisos en los que también se custodiaban tanques de agua.

Templo del Sol

Templo del Sol

Muy cerca también al Pinkylluna, en un lugar privilegiado, casi reinando sobre los balcones que componen la Andenería, encontramos el Templo del Sol. Fácilmente reconocible por los monolitos tallados en granito rosado que forman sus paredes. A lo largo del camino que lo precede notarás que hay multitud de estas enormes piedras, conocidas como Piedras Cansadas porque jamás llegaron al destino que las aguardaba. Por eso, se deduce que el templo nunca llegó a completarse.

¡Esperamos que para tu próximo viaje al Perú no olvides nuestro consejo y no te saltes esta maravillosa etapa de la Ruta Inca!

Imágenes: François Dumont, Peter Luginbühl,Drico, Ambiental Turismo, Elisabeth Brunner, Alice Cassell