Hubo un tiempo en el que Orgosolo, en el corazón de Cerdeña, era un pueblo conocido por ser guarida de bandidos. Nada que ver con lo que es esta villa en la actualidad: hoy es conocida por los grafitis de contenido social y reivindicativo que adornan buena parte de sus fachadas.
Orgosolo, de refugio de bandidos a escenario artístico
A lo largo de su historia Orgosolo ha sido escenario de episodios muy oscuros, desde asesinatos hasta secuestros. De hecho los romanos ya llamaban a estas tierras “Barbagia”, es decir, tierra de bárbaros.
¿Pero cómo es posible dar un giro de 180 grados en apenas unos años? Orgosolo es un magnífico ejemplo de regeneración, de afán de supervivencia, de adaptación a los nuevos tiempos. Y todo comenzó casi por casualidad.
La década de los 60 estaba a punto de morir y un grupo de anarquistas, empapados del espíritu de la época, pintaron un primer grafiti. Un acto estrechamente relacionado con el enfrentamiento de este pueblo con el gobierno italiano, que había decidido construir muy cerca unas instalaciones militares que, finalmente, quedó en proyecto.
Poco después, Francesco del Casino, un profesor de instituto, con la ayuda de sus alumnos comenzaría a pintar las fachadas con murales cargados de simbolismo. Y así, poco a poco, Orgosolo fue cambiando.
Desde la guerra de los Balcanes al asedio en Gaza, desde los atentados del 11 de septiembre a la corrupción política… Hoy las fachadas de este pueblo son un magnífico exponente gráfico de las inquietudes de toda una época, de las luchas sociales o, simplemente, de la vida campesina. Murales de carácter reivindicativo primero, ilustrativo más tarde, cuando la situación política, económica y social había dejado de ser tan tensa.
Figuras anónimas, rostros famosos, versiones de archiconocidas obras pictóricas, eslóganes de todo tipo, denuncias, deseos… es lo que plasman los grafitis de Orgonsolo. Nada menos que 150. Obras siempre llamativas y coloridas, de estilos muy diferentes, casi siempre de calidad, que se adaptan a las casas del pueblo y a sus rincones y que han hecho de él un referente turístico en Cerdeña.
Orgonzolo fue capaz de reinventarse de una manera pacífica y artística. Gracias a ello hoy no es un lugar temido, sino buscado cada año por miles de personas que desean contemplar este verdadero museo al aire libre.
¿Habías oído hablar de Orgonzolo? Esta es solo una de las joyas de una isla fantástica como es Cerdeña. Merece la pena conocerla.
Imágenes: Pio IX, Alan Denney, leonardo4it, be_am25