Cuando pensamos en una universidad, la primera que se nos viene a la cabeza es Oxford. Años de tradición universitaria han hecho de la ciudad inglesa un sitio perfecto no solo para estudiar y pasarlo bien, sino también para dar un paseo por sus ‘colleges’ y sus impresionantes jardines verdes.

Nuffield College in Oxford

Si estamos por Londres y tenemos un día libre merece la pena ir a dar una vuelta por Oxford. Situada a poco más de 80 kilómetros al noroeste de la capital británica es perfecta para ver de primera mano cómo se vive en uno de los pueblos de donde han salido muchas de las brillantes mentes que a lo largo de la historia han dejado un legado para la humanidad.

Se la compara con Cambridge, aunque esta es posterior, y se dice que Oxford está más centrada en las humanidades y su rival en las ciencias. Pero ya que esto no es demostrable, lo mejor es disfrutar de una agradable visita a la ciudad de las agujas de ensueño, como también se la conoce.

Keble College

Qué ver

Obviamente lo que más llama la atención de Oxford son sus colegios. Estos son totalmente independientes entre sí y se nota, ya que podremos ver en ellos diferentes estilos que dependen sobre todo de la época de construcción y sus sucesivas remodelaciones. Por ejemplo, no podemos dejar de visitar la Biblioteca Bodleiana, una de las más antiguas de Europa y la segunda más grande de Inglaterra, solo superada por la Biblioteca Británica.

Oxford Bodleian library

Pero quizá el edificio más característico de Oxford sea la Cámara Radclife. Después de albergar la Biblioteca Científica Radclife pasó a ser sala de lectura de la Biblioteca Bodleiana, aunque no por ello se la puede considerar un edificio menor. Su belleza lo impide.

Y muy cerquita de la Biblioteca Bodleiana podremos pasar por debajo del Puente de los Suspiros. Es parecido al homónimo de Venecia y es lo primero que pensamos cuando nos lo encontramos caminando por el centro de Oxford.

Puente de los suspiros

Obviamente hay muchísimos más edificios por ver como la University Church St Mary the Virgin, con sus respectivos jardines y su césped muy bien cuidado. Pero lo mejor de Oxford es ir paseando y descubriéndolo poco a poco, sin tener un camino prefijado. Y por supuesto, no debe faltar la visita a los divertidos y populares pubs de una ciudad universitaria que, eso, es imperdonable.

Y como es uno de los destinos de verano más recomendados tampoco puede faltar la visita a los otros cuatro.

Imágenes: Pablo FernándezMartijn ,van Sabben, Dimitry B.barnyzJose Maria Cuellar.