La primavera es una etapa de grandes cambios climáticos y el cuerpo lo nota. La subida de las temperaturas, la floración o el aumento de las horas de sol, entre otros, son factores externos que afectan directamente al organismo y, en especial, a la piel. Es, además, un periodo de mucha actividad vacacional. Viajamos, buscamos ambientes nuevos y sufrimos cambios bruscos de temperatura. Todo esto puede tener consecuencias perjudiciales para el cuerpo si no se aplican las medidas adecuadas. La protección solar marca el camino, especialmente en aquellos destinos de playa, si bien no es el único argumento para combatir los riesgos que viajar en primavera pueden tener sobre la piel.
Diversión y cuidado: No te olvides del protector solar
El número de horas, así como la potencia de los rayos solares, aumenta de forma exponencial entre los meses de marzo y mayo. Los viajeros que visiten zonas mediterráneas, especialmente Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana, lo notan. Es el preludio de la llegada del verano y no es casualidad que estas zonas presenten una alta ocupación hotelera. El viajero tiene que disfrutar, aunque sin olvidar las medidas al respecto resulta imprescindible para que la dermis se mantenga en buenas condiciones después de un largo día en la playa.
Esta protección contra el sol no solo se aplica en la temporada estival. De hecho, en los viajes a Canarias es recomendable utilizar cremas protectoras durante todo el año. En cualquier caso, en primavera el amigo Lorenzo empieza a apretar y podemos llevarnos un susto cuando volvamos a casa después de un agradable día paseando por Benidorm. Aunque sea un paseo rápido, es recomendable ponerse crema solar antes de salir de casa. Deja el bote en la entrada de la habitación o del apartamento y haz de esta una tarea diaria.
Cuida de tu piel
Mantener la piel hidratada es otra solución para paliar los efectos que esta etapa tan cambiante puede ocasionar sobre la dermis. La diferencia de temperatura puede ser de hasta veinte grados en los destinos del interior de España. Recurrir a cremas y sérums de calidad, recomendados por profesionales, es una buena idea. Hacer una rutina supone de enorme ayuda para no olvidar esta labor incluso cuando estamos de viaje. La limpieza facial es también un remedio para esta necesidad. No requiere una aplicación diaria, pues con dos o tres veces a la semana resulta necesario para conseguir un buen resultado y un efecto óptimo y duradero.
Alimentación y deporte
Qué ingerimos en nuestro cuerpo influye en todo lo qué le sucede, también en lo referido a la piel. Afortunadamente, en España se come bien y saludable en cualquier región. ¿Qué productos hay que comer en primavera? Frutas y verduras. Son los alimentos con más sustancias antioxidantes y que, por lo tanto, pueden ayudar a mantener una imagen rejuvenecida. La huerta mediterránea es líder en Europa, así que, en ese sentido, el viajero está cubierto si se desplaza por el territorio nacional.
Otra vía para poner freno a los efectos negativos que la primavera puede tener sobre la piel es la del deporte. Hay un turismo deportivo de alto valor en nuestro país. Senderismo, escalada, deportes nauticos en mar o ríos. La propuesta es inmensa y fomenta la circulación de la sangre, lo que se traduce en una mayor cantidad de nutrientes y oxígeno.