Conocido por ser uno de los cascos históricos más grandes de Europa, nunca te faltarán cosas qué hacer en el centro histórico de Sevilla. Se encuentra limitado al norte con el distrito de La Macarena, al sur con el Barrio Sur y Los Remedios, al este con Nervión y San Pablo-Santa Justa, y por último, al oeste con Triana.
Para muchas personas, el centro histórico de Sevilla hace que sea una de las ciudades de Europa más bonitas. Sus rincones llenos de magia atrapan a los viajeros que van en búsqueda de retratos asombrosos, donde son recibidos con los brazos abiertos por los sevillanos orgullosos. Conoce más sobre qué ver en el centro histórico de Sevilla.
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¿Qué no puedes perderte en el centro histórico de Sevilla?
El casco histórico de Sevilla también es la zona más comercial, atractiva, turística y famosa de la ciudad. Se organiza entre las plazas del Duque-Campana, Encarnación, Magdalena, el Salvador, San Francisco, Plaza Nueva, Catedral y Puerta Jerez.
No cabe duda que esta zona urbana es una de las más atractivas de España y de toda Europa gracias al patrimonio histórico, artístico y cultural que posee de alto valor.
1. Hospedarse en el Hotel Gravina 51
El Hotel Gravina 51 es tu lugar ideal de hospedaje en tu visita a una de las ciudades más bonitas de España como es Sevilla. Ubicado en el corazón de la ciudad, es un sitio donde el tiempo transcurre diferente, brindándote una experiencia totalmente única.
Es considerado uno de los mejores hoteles de Sevilla, respaldado por su extensa historia llena de viajeros destacados y de aquellos que conocen de primera mano la magia de quedarse en Sevilla. Pertenece a la cadena Hidden Away, cuyo propósito es devolverle la vida a edificios históricos que han quedado en el abandono, otorgándole una nueva identidad que los hace brillar nuevamente.
2. La Catedral de Sevilla
En el centro de Sevilla se encuentra esta maravilla arquitectónica que es el fiel reflejo de la convergencia de la religión musulmana con las creencias cristianas. En principio, se trató de una mezquita, que luego pasó a ser una catedral construida entre los años 1401 y 1507. Dentro de ella, existen las pruebas de que Sevilla integró un reino Nazarí llamado al-Ándalus durante la Edad Media, especialmente en el Patio de los Naranjos y en La Giralda.
Su estructura se conforma por cinco naves y veinticinco capillas donde se fusionan diferentes estilos arquitectónicos. Entre ellos, el almohade, mudéjar, gótico, renacentista, barroco, neoclásico y neogótico, dando como resultado una obra llena de diversidad cultural. Entre las cosas qué hacer en el centro histórico de Sevilla, La Catedral no puede faltar dado que alberga la tumba de Cristóbal Colón.
3. La Giralda
Se trata de uno de los campanarios más famosos de España, así como de Europa, y forma parte de La Catedral de Sevilla. La estructura inferior de la edificación pertenece originalmente al alminar de una vieja mezquita del siglo XII. Por otro lado, la parte superior es una estructura que se integró en el siglo XVI por la mano de cristianos que querían poner campanas.
En su parte más alto se encuentra una estatua de bronce, la cual también cumple función de veleta. Se trata de un símbolo del triunfo del catolicismo y se conoce popularmente como El Giraldillo. Desde el año 1987, tanto La Catedral como La Giralda fueron dos edificaciones declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
4. El Real Alcázar
Otra de las cosas qué hacer en el centro histórico de Sevilla es visitar el Real Alcázar, que también fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se encuentra ubicado junto al Barrio de Santa Cruz, imponiéndose como un palacio edificado por orden de Abd Al Raman III durante la Edad Media en la época de al-Ándalus. Fue el lugar que albergó los primeros emires y luego se ocupó por reyes cristianos.
Es imprescindible visitar y descubrir los salones de Carlos V, donde podrás apreciar los tapices que narran la conquista de Túnez. También se encuentra el Patio de las Muñecas, el Patio de las Doncellas, el Altar de Azulejos que data de 1504, un área dedicada a la Virgen de los Navegantes y el Patio del Yeso.
5. Casa de Pilatos
Una de las cosas qué ver en el casco histórico de Sevilla es la Casa de Pilatos, un palacio que data del siglo XV y que pertenece a la familia de Medinaceli. Su estilo arquitectónico es una mezcla atractiva del renacentismo italiano y el mudéjar español. El nombre de esta edificación es en honor al personaje bíblico Poncio Pilatos, popular por su lavado de manos al no impedir el viacrucis.
Se trata también del palacio privado más grande de todo Sevilla, donde alberga dos patios, dos plantas y múltiples jardines. En su interior también se pueden apreciar esculturas de emperadores romanos como Marco Tulio Cicerón, Rómulo o Marco Aurelio.