Denominada como Nueva Francia en el momento de su fundación, Quebec es una de las ciudades más importantes de Canadá, pues cuenta con una larga tradición que se remonta 400 años en el tiempo.
Si la comparamos con otras ciudades de norteamérica, podremos ver que existe una gran diferencia entre ellas, teniendo Quebec una marcada influencia europea por ser territorio colonizado por franceses.
Si tienes la posibilidad de viajar y visitar esta ciudad te recomendamos un itinerario que hará que puedas aprovechar mejor tu día.
Desayuno de la ciudad
Es muy típico desayunar en algún café al aire libre, tomando un croissant recién hecho o una crepe realizada al gusto, por no más de 5 dólares canadienses.
La Citadelle
Después de un buen desayuno, un recorrido por el casco antiguo es una buena elección y la Citadelle, en forma de estrella, es la parte más transitada. Los visitantes de la ciudad aprovechan el tránsito por esta zona a ver el cambio de guardia que se realiza a las 10 a.m.
Paseo por la ciudad
Existe un gran número de lugares que visitar, como el Chateau de Frontenac, el Museo de la Civilización (con grandes exposiciones de las Primeras Naciones y Then / Now) y el área de diversión junto al río St. Lawrence, no sin antes pasar por las estrechas callejuelas, como la Rue du Petit-Champlain del Lower Old Town para entrar en alguno de los bistros.
Esta calle es una de las más estrechas de norteamérica y con más encanto, pues está llena de bistros, tiendas y flores por todos lados. Otras partes que no se pueden saltar son la Place Royale o la Rue de Tresor, lugar donde se venden un gran número de obras realizadas por artistas, tanto locales como foráneos.
Al ser la población cristiana, hay un gran número de iglesia tanto católicas como protestantes. Entre ellas, está la Basílica de Notre Dame de Quebec, así como la Holy Trinity.
Una buena alternativa también es ir al Museo de la Ursulinas que alberga un gran número de piezas sacras.
¿Dónde cenar?
En la búsqueda de un elegante restaurante que ofrezca buena comida autóctona y con platos abundantes, existen sitios como Laurie Rahaël, donde podrás degustar un plato como por ejemplo el cordero a la menta y anís o lo que dá a conocer como sorpresa del chef, no teniendo un coste superior a los 60 dólares canadienses.
Quebec es una gran ciudad y muy digna de ser visitada en cualquier momento, pues últimamente, para los extranjeros en más fácil poder viajar a Canadá. Si está interesado en saber cómo hacerlo cómodamente, haga clic aquí.