Essaouira, una clásica y perdida ciudad de Marruecos, a primera vista parece aún tierra de piratas y mercaderes, congelada en el tiempo y poco explorada. Quizás por eso está fuera de las rutas turísticas más habituales. Pero Essaouira es una acuarela de colores perfecta: de horizonte azul que contrasta con el característico ocre. Y hoy en El Viajero Feliz nos vamos a descubrir qué ver Essaouira, una de las ciudades que más guarda la esencia de ese Marruecos de provincias, de gente sencilla con costumbres arraigadas en el tiempo que el viajero agradece nada más pisar esta acogedora ciudad amurallada.
Essaouira está situada a menos de 200 kilómetros de Marrakech y está bañada por el océano Atlántico. ¿Sabías que es conocida como «el nido de piratas», «refugio de artistas» o «paraíso de windsurfistas»? Seguramente este deporte ha sido el que más ha influido en el conocimiento de la ciudad en los últimos años. Por otra parte, sus fuertes vientos se han convertido en su seña de identidad.
A pesar de que últimamente el turismo en forma de tablas de surf e inversión extranjera está llegando vertiginosamente como sus vientos, su sustento sigue siendo la pesca tradicional. Es un lugar tranquilo, lejos de los agobios de las grandes ciudades marroquíes, ideal para mezclarse con la gente local, disfrutar de su medina amurallada o comprar en su precioso zoco sin los ruidos habituales de este país. Fue declarada, además, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Qué ver en Essaouira: 10 lugares que no puedes perderte
1. Medina de Essaouira
La medina es una visita ineludible en Essaouira. Blanca y de un intenso y mágico azul, cada rincón invita a pasear y a descubrir en el interior de las murallas del siglo XVIII sus espléndidas casas con puertas y ventanas labradas de delicados detalles arquitectónicos. Es una ciudad de música y arte. En ella se celebra el Festival de Música Gnaoua en junio y el Festival Moga de música electrónica en octubre.
Las galerías de arte, el sonido de la música gnawa y los murales callejeros nos invitan a deleitarnos entre sus calles. Las calles son rectas, amplias y muy bien trazadas, en semejanza a una ciudad europea. En ellas el suave perfume de las especies y la madera nos llevan a vivir la vida de los locales. ¿Sabías que esta preciosa medina fue escenario del rodaje de la tercera temporada de Juego de Tronos?
2. Puerto de Essaouira
El puerto de Essaouira es de los más bellos de Marruecos, su sencillez contrata con la opulencia de Casablanca, por ejemplo. Sus barcos, intensamente azules y anclados como si enamorados del mar estuvieran, hacen del puerto una panorámica de postal. Estos preciosos barcos de madera se construyen a través de técnicas tradicionales muy antiguas que no pierden vigencia a pesar de las épocas que vivimos.
La actividad pesquera de este puerto es frenética. Ver descargar el pescado fresco de un barco y seguir con atención los trabajos relacionados con la pesca tradicional es algo extraordinario. Desde recoger redes o vender el pescado en un puesto cuyo mostrador es una caja de madera, a pintar un barco o limpiar el pescado sentado en las rocas mientras cientos de gaviotas revolotean en busca de algo que llevarse al pico, es una imagen que no olvidarás.
3. Torre del Reloj
¿Todavía te preguntas qué ver en Essaouira? Sin duda, la Torre del Reloj. En este hermoso monumento podemos ver el espléndido reloj de la ciudad. Fue realizado por Lyautey en los años veinte y está situado en la avenida Oqba Ben Nafi, frente al Hoteles Sahara. Es fácil de localizar entrando a la Medina por el Bab Sbaa. El reloj comprende la parte de la medina que concentra una mayor actividad. Cerca de aquí se sitúa el mercado de Souk el Jdid, donde se alinean todos los vendedores, con puestos de verduras, de especias, de carne y por supuesto del pescado fresco.
4. Las 3 puertas: Bab Sbâa, Bab Marrakech y Bab Doukhala
A pesar de su sencillez, no son pocas las cosas que ver en Essaouira. Dentro de su preciosa medina, puedes encontrar anchas calles llenas de galerías que dan paso a numerosos talleres de artesanos. Pero de las cosas más espectaculares de la medina de Essaouira son sus tres puertas monumentales: Bab Sbâa, Bab Marrakech y Bab Doukhala.
Al atravesarlas te encontrarás en medio de un alegre bullicio, donde cada uno se dirige a sus ocupaciones. Aquí no hay vehículos motorizados: todo es transportado en carretas tiradas aún por mulas. Conmueve la blancura de las paredes de las casas y el azul de las ventanas y puertas, que son un fresco viviente mediterráneo.
5. Skala de la Kasbah
Frente al puerto podremos apreciar la fortaleza o skala del puerto con dos torres defensivas. Forma parte de la típica postal de Essaouira. En la otra cara del mar destaca la fortaleza de la skala de la villa, rodeada de muros artillados, en cuyo interior están los mejores artesanos de la madera del país. Esta skala jugó un papel importante en el comercio, creando tributos fiscales para controlar el comercio marítimo.
Así, se cerraron todos los puertos de la costa sur a los comerciantes europeos, lo que obligó a los consulados de los países europeos a trasladarlos desde Safi, Agadir y Rabat. La muralla contribuyó a dar seguridad a los habitantes y administradores de este tranquilo puerto en esas épocas. En 1765 se convirtió en uno de los principales puertos marítimos del mundo hasta donde llegaban las caravanas con productos y esclavos procedentes de Tombuctú.
6. Zocos
El mercado, el zoco o los mercadillos son de los lugares más interesantes de cualquier ciudad musulmana. Y el de Essaouira no es una excepción. Bañado con la espectacular luz atlántica de la ciudad y con sus callejuelas de casas blancas con puertas azules, nos da por resultado uno de los rincones más recomendables y encantadores de Essaouira.
La zona de las especias es hermosamente fotogénica, tantas texturas y olores no pasarán desapercibidos como uno de los viajes más sensitivos de tu vida. Por supuesto, se recomienda visitar el lugar en un día laborable, porque de otro modo se pierde toda la actividad comercial, la magia que es lo más interesante.
7. Plaza de Orson Welles
En la plaza Orson Welles se halla uno de los jardines más famosos de la ciudad. Allí vive eternamente el busto de este brillante director de cine, Esta plaza es el reconocimiento de la ciudad al director que rodó la película Otelo en los poéticos escenarios de la ciudad.
8. Antigua Judería o Mellah
¡Seguimos en este qué ver en Essaouira! Ahora te hablaremos del mellah. Mellah eran los barrios judíos amurallados que existían en algunas localidades de Marruecos; en analogía con los guetos europeos. En Marruecos, la población judía fue confinada en mellahs a comienzos del siglo XV y especialmente desde principios del siglo XIX. En las ciudades, el mellah estaba rodeado por una muralla con una puerta fortificada.
Puesto que sus habitantes desempeñaban un papel importante en la economía local, el barrio judío estaba situado cerca del palacio real o de la residencia del gobernador con el fin de proteger a sus habitantes de los disturbios recurrentes. La riqueza fluía y el sultán mandó traer hábiles negociantes judíos para administrarlas. Fueron ellos quienes crearon una amplia judería o mellah que deslumbró al país hasta mediados del siglo pasado, cuando la creación del Estado de Israel produjo una emigración masiva.
Desde entonces el mellah de Essaouira se ha ido poco a poco deteriorando, invadido por nuevos zocos musulmanes o simplemente abandonado a la suerte de las cenizas del tiempo y del destierro. A pesar de que la implacable historia política y religiosa está impregnada en sus paredes, le queda un encanto asombroso entre sus cobertizos de luz azulada, en sus puertas de piedra amarillentas y vestigios de ese azul que solo se ve en este fascinante país.
9. Skala de la Ville
Desde este precioso mirador podrás tener las mejores vistas al infinito Atlántico, padre de esta ciudad. Su longitud es de unos 200 m y está construida sobre un acantilado donde rompen las aguas del Atlántico. Hay una colección de cañones de metal macizo de los siglos XVIII y XIX digna de ver.
Cerrado por restauración en nuestra última visita, este bastión es parte de las murallas que protegen la medina de las olas del Atlántico que se estrellan. El zoco principal de carpintería de la ciudad está en la calle estrecha debajo.
10. Plaza Moulay Hussein
La plaza de Moulay el Hassan es el corazón de la medina de Essaouira y la vértebra que une la medina con el puerto. Está rodeada de cafés y terrazas donde podrás deleitarte con el aire puro y los atardeceres más bellos del mundo. Irremediablemente tendrás que pasear esta plaza para vivir de lleno el esplendor de Essaouira y posteriormente respirar el azul mágico del puerto.
Disfruta azul, la arena, mar más puro. Disfruta de Essaouira. Ya sabes los lugares indispensables que ver en Essaouira. Ahora solo nos queda desearte una maravillosa estadía en este rincón impenetrable y poderoso del universo. Si conoces Essaouira déjanos tus comentarios y recomendaciones. ¡Te leemos!
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