Bañada por el mar Tirreno, en la costa calabresa, Tropea es una de esas localidades difíciles de olvidar. Inolvidable por su impresionante imagen, con sus blancos acantilados que caen sobre la playa y las casas construidas justo en el filo. E inolvidable también por el increíble ambiente que se respira en sus calles.

Acantilados-de-Tropea

Un pueblo hermoso y con leyenda…Cuentan las historias que fue el mismísimo Hércules quien fundó la ciudad, y que por ello su puerto lleva el nombre del dios.

Un fantástico casco antiguo

Romántica, deliciosa, evocadora…así es la experiencia de pasear por las calles del casco antiguo de Tropea, uno de los mejor conservados de Calabria. Si tus pasos te guían hasta aquí, el mejor consejo es que te olvides del reloj y las prisas y saborees todo lo que este pueblo puede ofrecerte.

Disfruta de sus tiendecitas, de sus restaurantes, del sabor añejo de sus callejuelas y de los edificios maravillosos que te irás encontrando en el camino. Entre ellos muchos palacios de los siglos XVII y XVIII que nos trasportan a la época de máximo esplendor de Tropea.

Calles-de-Tropea

Y, por supuesto, iglesias. Hasta 15 iglesias de casi todas las épocas puedes visitar…y a cual más bonita. Pero vamos a destacar solo una, la catedral. Un bello edificio con dos portones de estilo gótico y con bonitas historias. Una de ellas cuenta que aquí, durante la Segunda Guerra Mundial, cayeron dos bombas que no llegaron a explotar. Bombas que, por cierto, aún se conservan como símbolo y agradecimiento a la Virgen de Tropea por su protección.

Santa María de la Isla

Pero si hay un rincón fotografiado de Tropea es este santuario benedictino que es, sencillamente, maravilloso. Encaramado en lo alto de un saliente rocoso, el color claro de sus fachadas contrastas con el intenso azul de las aguas que rodean la roca.

Iglesia-de-Tropea

Pero no hay que dejarse embelesar solo por la fachada. Detrás de la iglesia hay un bonito jardín con unas vistas fantásticas

Playas paradisíacas

Evidentemente, no podemos dejar de hablar de las maravillosas playas de aguas cristalinas y fina arena que han hecho de Tropea uno de los destinos de vacaciones preferido por muchos italianos.

Playas-de-Tropea

Y, además de darse un buen chapuzón o disfrutar del sol, los más inquietos pueden recorrer los arrecifes de la zona, perderse por grutas y ensenadas o hacer una visita a las cercanas islas Lipari, que son una verdadera maravilla.

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Imágenes: a.poll_o, alesduchac, Marco Messinaartq55Caterina Policaro