El Valle de Arán, en Lleida, Cataluña, es uno de esos lugares donde seguramente te quedarás sin aliento. La majestuosidad de sus paisajes y lo conservada de su cultura -de antemano, en el Valle de Arán se habla aranés, aunque también español y catalán- son las principales razones por las que, indiferentemente de la estación del año, conviene darse una visita por esta región fronteriza tanto con Aragón como con Francia, por lo que la riqueza y el intercambio culturales estarán garantizados.
Antes de iniciar tu viaje
El Valle de Arán está rodeado de montañas, surcado totalmente por ríos y cuenta con muchos lagos, cascadas y una tupida vegetación. Su clima es muy frío en invierno y en verano tiene la temperatura y la luz ideales para hacer del disfrute, la única actividad posible. Sin importar la estación del año, es una excelente propuesta para ir en pareja o en familia.
En el Valle de Arán no hay grandes ciudades, de hecho, su capital Vielha, tiene poco más de 2.000 habitantes, y es el epicentro comercial y cultural de todo el valle, que está rodeado de decenas de pequeños pueblos que parecen haber salido de un cuento de hadas.
Por eso, antes de iniciar tu viaje a este lugar idílico debes considerar todas las previsiones para que llegar allí no suponga problemas al conducir, de manera que tampoco existan problemas al momento de alojarse. Sobre esto último, lo mejor es buscar una central de reservas especializada en turismo en los Pirineos, como es el caso de Alma de Nieve, que cuentan no sólo con la mayor oferta de inmuebles en alquiler para disfrutar del Valle de Arán, además, cada uno está acondicionado para parejas o para familias, y encontrarás diferentes propuestas en cada uno de los pueblos que se encuentran alrededor del valle, como Betren, Bausen, Les, Montgarri, entre otros tantos.
¿Qué ver y hacer en el Valle de Arán?
Patinaje sobre hielo
El Valle de Arán cambia drásticamente su aspecto entre invierno y verano, y las propuestas turísticas son igual de variadas. Pero si alguna destaca por encima del resto, sobre todo si viajas con toda la familia -y particularmente con niños- es el patinaje sobre hielo.
En la capital del valle, Vielha, se encuentra el Palacio de Hielo, donde podrás disfrutar de muchas instalaciones ideales para las actividades de invierno pero, principalmente, del patinaje sobre hielo, y en el que todos los miembros de la familia se lo pasarán genial.
Esquí, por supuesto
Si por algo es conocido el Valle de Arán, es por tener una de las pistas de esquí más importantes de Europa, Baqueira Beret. Esta estación de esquí está dedicada al disfrute de toda la familia, y donde además de esquiar, encontrarás todo un compendio de actividades para complacer a todos los que la visiten.
Sin embargo, para aprovechar algunas actividades, lo mejor es llegar muy temprano o alojarse cerca. En ese caso, la oferta de apartamentos en la localidad de Tredos, muy cerca de la estación de esquí, es una de las mejores que puedes considerar.
Esta zona del Valle de Arán no sólo cuenta con la mencionada estación de esquí, sino que estos apartamentos están ubicados en medio de lagos y picos nevados que ascienden más allá de los 2.500 metros, estando a su vez dentro del Parque Nacional d’AigüesTortes, por lo que se respira mucha tranquilidad, también, en este espacio.
Respirar la naturaleza
Aunque tiene un valor turístico incomparable, en el Valle de Arán puedes relajarte y respirar rodeado de imponentes paisajes. La mayoría de los pueblos del valle son compatibles con ese concepto de viajar lentamente, de disfrutar y absorber la tranquilidad de cada lugar, Pero algunos como Bausen -que parece salido de un cuento de hadas, con techos de pizarra y pequeños caminos de tierra que entrecruzan el pueblo- o Les, el último pueblo antes de la frontera con Francia, donde parece que el tiempo nunca ha pasado, son excelentes propuestas para dispersar la mente, para que la vista sea la ventana hacia el disfrute de pueblos mágicos que te sorprenderán.
En Les también encontrarás numerosas aguas termales -que han sido utilizadas durante siglos-, por lo que además de respirar mejor, también podrás disfrutar las mismas en tus propias carnes.
Pasear en trineo
Otra actividad ideal si se viaja con niños o si, por el contrario, a tu pareja y a ti, os encanta divertiros. Los paseos en trineos tirados por perros entrenados son una experiencia maravillosa que podrás encontrar en Vielha y en las zonas habilitadas para ello.
Actividades acuáticas
Como se indicaba anteriormente, el Valle de Arán está surcado por numerosos ríos, y en su interior están muchos lagos, algunos de imponente tamaño. Por esa razón, en el verano las actividades acuáticas y de aventura se apoderan de los principales pueblos del valle, y no puedes perderte ninguna de ellas.
Así, podrás disfrutar de paseos en canoas familiares, paseos en kayak o descensos en rápidos, en lugares como el Lago de la Torrassa o Sant Pere.
Senderismo
Otra actividad imprescindible en el verano del Valle de Arán. Rodeado de montañas, las propuestas y rutas son tantas que necesitarás más de una visita para disfrutarlas todas.
La montaña de Montarto -tal vez la más reconocida y hermosa del valle-, posee numerosas rutas adaptadas a toda la familia y a la preparación física de cada persona. El Tuc de Mauberme, a casi 3.000 metros sobre el nivel del mar, también forma parte de la lista de lugares imprescindibles.
Conoce la fauna típica del Valle de Arán
En Aran Park, e incluso en las zonas silvestres, es posible encontrar la fauna que abunda en el Valle de Arán. Esta zona de los Pirineos es mundialmente reconocida por sus programas de protección y cría de osos pardos, y podrás verlos y mostrarlos a los niños.
Lobos, marmotas, linces o nutrias, también forman parte de la fauna típica y los encontrarás en muchas zonas y en diferentes pueblos. Un plan ideal para que los niños aprendan a valorar el valle a través de su naturaleza.
Lo más probable es que, dentro de la majestuosidad y particularidad de cada uno de los pueblos del Valle de Arán, decenas de propuestas hayan quedado fuera de este listado. Sin embargo, no será difícil descubrirlas cuando comiences a recorrer estos rincones de los Pirineos.