La celiaquía afecta a un 1% de la población española y un 6% es sensible al gluten. ¿Formas parte de este porcentaje que la sufre? ¿Entre tu grupo de amigos o en tu familia hay algún celíaco? En este caso quizá crees que viajar al extranjero puede ser un problema y comer casi imposible. Pues no es así.
Consejos:
- Ponerse en contacto con la asociación de celíacos del país en cuestión para pedir información.
- Si es un viaje largo, ya sea en avión, tren o barco, es importante informarse sobre si ofrecen platos sin gluten o no.
- Llevar siempre encima la Gluten free restaurant card, donde se explican todas las necesidades alimenticias en varios idiomas.
- Llevar en el equipaje algo para “picotear”.
Ahora que tienes estos consejos básicos, ¿dónde quieres viajar?
Roma
El país de la pasta y la pizza puede parecer, a simple vista, el paraíso del gluten y el infierno para cualquier celíaco, sin embargo, no es así. En Italia es más alto el porcentaje de personas que sufre celiaquía que en España y esto provoca que haya muchísimos restaurantes y establecimientos que ofrecen platos y productos sin gluten. Es más, en Roma es posible incluso comulgar senza glutine.
Algunos ejemplos: el pequeño restaurante Voglia di Pizza, cerca del Campo di Fiori, dispone de una carta sin gluten en la que se oferta pasta, pizza y postres, el Mama Eat, cerca de la Piazza di Santa Maria, tiene solo carta sin gluten y las heladerías Grom tienen helados para celíacos y sus empleados están perfectamente formados para manipular correctamente los productos y evitar así la contaminación. Los supermercados y las pequeñas tiendas también tienen una amplia oferta de productos.
Dublín
Irlanda es el país con el índice más alto de celíacos del mundo, esto significa que la oferta de productos sin gluten también es grande. El restaurante italiano Manifiesto, por ejemplo, galardonado con el premio a Mejor pizza del mundo y situado en el mismo corazón de la ciudad, es uno de los establecimientos ideales para cualquier celíaco, otro ejemplo es el restaurante thai y vietnamita Saba, donde su plato estrella son los noodles hechos de arroz. También es fácil encontrar locales donde se oferta cerveza sin gluten.
Ámsterdam
Los supermercados e, incluso, las pequeñas tiendas de Ámsterdam tienen sus productos perfectamente etiquetados en cuanto a si contienen o no gluten. Bebidas, postres, embutidos, platos precocinados y mucho más, todo libre de gluten, puede encontrarse en la gran mayoría de tiendas.
Existe el herbolario De Tuinen, situado en KalverStraat, donde venden pan, bollería, galletas, pasta, mayonesa,… para celíacos. También pueden probarse las famosas tortitas pancakes en los establecimientos con el mismo nombre sin preocupaciones, o puede optarse por una emparrillada en el Castell o un buen solomillo o langosta en el Red, ambos restaurantes aptos para celíacos.
Praga
Ciudad ideal para viajar al pasado y disfrutar de unos riquísimos platos sin gluten. El restaurante Švejk Restaurant U Karla, por ejemplo, dispone de una amplia carta para celíacos y los supermercados DM y Tesco también tienen muchos productos y todos perfectamente etiquetados.
Estas son solo cuatro de las muchas ciudades europeas aptas para celíacos porque también es posible probar un kebab o un baklava en Estambul, comer pasteles en Viena, disfrutar de un buen plato de gnocchis en Budapest, o probar la prohibitiva comida mexicana en Londres y, desde luego, todo esto sin gluten. Desafortunadamente, las ciudades francesas o alemanas, por ejemplo, no están muy familiarizadas con la dieta sin gluten, por lo que quizá es algo más complicado encontrar establecimientos que ofrezcan este servicio, aún así, la celiaquía no es un problema para viajar si antes de preparar las maletas te informas bien de todo.
Conocer Europa y ser celíaco no son cosas incompatibles, así que, ¿por dónde quieres empezar? ¿Por Roma?
Imágenes: comopiensocomo, naeros, Lablascovegmenu, Pockafwye, CarmYla´s Selection