Queridos amigos viajeros, cuando pensamos en arte prehistórico a todos se nos vienen a la mente las típicas pinturas rupestres dentro de las cavernas en las que se representaban escenas de caza con hombres con sus lanzas, bisontes, mamuts y otros animales de la época.
Incluso recordamos pequeñas estatuillas hechas de piedra o en hueso y pequeños amuletos toscos, como si los hubieran fabricado niños pequeños. Quizás convenga que comencemos a modificar ese paradigma, pues desde los fríos Montes Urales nos llega el monumento más grande y antiguo de la faz de la tierra.
El Monumento más antiguo de la Tierra
Si estás interesado en contemplar de cerca este importantísimo hallazgo tendrás que equiparte bien contra el frío, ya que es en plena Siberia donde se encuentra.
La ciudad que tiene el privilegio de contar con esta reliquia del pasado de la humanidad es Ekaterimburgo, que se sitúa al este de los montes Urales y está atravesada por el río Iset a unos 1667 km de la ciudad de Moscú. Es la última ciudad del continente europeo en su frontera con Asia. Como ves, tiene esa típica estampa de las ciudades rusas con sus pintorescas cúpulas doradas, la policromía de los edificios, etc., por lo que el viaje hasta aquí se presenta interesante también desde este punto de vista.
Uno de los puntos de interés a visitar en Ekaterimburgo es su catedral de reciente construcción en honor a todos los santos más representativos de la iglesia ortodoxa rusa. Se la conoce como la Catedral de la Sangre debido a que fue edificada sobre el lugar donde el emperador Nicolás II de Rusia, su familia y el servicio perdieron la vida durante la revolución.
Pero, lo más llamativo de la ciudad se encuentra en hoy dentro del Museo Regional de Ekaterimburgo en el área dedicada a la exposición de objetos prehistóricos. Tal y como podemos observar en la imagen, se trata de una talla en madera de enormes dimensiones que representa una figura humana. Fue encontrada en la turbera de Shigir, de ahí que se le diera el nombre del Ídolo de Shigir.
La escultura tiene una altura de más de cinco metros y está realizada con madera de alerce de un árbol que al parecer debía tener más de un siglo. Mediante el estudio al radiocarbono realizado por la Universidad de San Petersburgo se ha averiguado que la estatua pertenece al período Mesolítico, unos 11.000 años de antigüedad contemporánea a los monolitos en piedra de Göbekli Tepe. ¡Increíble!
Si observamos al detalle la escultura, notaremos que se encuentra decorada totalmente por una serie de inscripciones geométricas parecidas a otras decoraciones encontradas sobre ornamentos realizados en hueso, cuerno y ámbar de la misma época en distintos lugares de Europa.
Tiene la particularidad de que se combinan con la representación de rostros antropomórficos que parecen máscaras, así como representaciones celestiales e incluso del inframundo, lo femenino y lo masculino el mundo vegetal y el animal. Esto ha llevado a pensar que se trata de una especie de mensaje en código que habla sobre la creación del hombre así como lo concebía el hombre del Mesolítico. Se cree por tanto que fue una especie de libro de enseñanza que se utilizaba para trasmitir los conocimientos y al que al mismo tiempo adoraban. Los estudios sobre esta obra de arte del Mesolítico continúan, pues se cree que estas inscripciones que la decoran son un mensaje escrito en un código aún por desvelar.
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Imágenes: Sjonnie van der Kist, Lobov Denis, William, Владислав Фальшивомонетчик, Rowan Millar,