Tal vez no sea una de las zonas arqueológicas más conocidas de México, al menos fuera de sus fronteras, pero El Tajín es una auténtica joya precolombina. Situada en Veracruz, entre los ríos Cazones y Tecolutla, se piensa que esta ciudad fue la capital del imperio Totonaca, pero lo cierto es que el misterio la envuelve. ¿Quieres recorrerla con nosotros? Si eres aficionado a la historia, seguro que te encanta.
El Tajín, una fascinante ciudad precolombina
Aunque no se sabe con certeza, se piensa que los primeros edificios ceremoniales el El Tajín son del siglo I. Lo que sí se sabe es que la ciudad estaba ya abandonada cuando a estas tierras llegaron los primeros conquistadores españoles. De hecho, la selva prácticamente se “comió” los edificios, que no fueron sacados de nuevo a la luz hasta bien entrado el siglo XX, aunque años antes se había documentado a fondo su existencia.
Aún hoy una buena parte de este yacimiento continúa oculto por la maleza. Se han restaurado 20 edificios, pero se calcula que aún permanecen ocultos otros 150. Eso da idea de la importancia de El Tajín en su época de esplendor, cuando su población seguramente alcanzó los 30.000 habitantes.
El principal edificio de El Tajín es la Pirámide de los Nichos, una peculiar construcción con 6 cuerpos escalonados que alcanza los 18 metros de altura con sus fachadas adornadas con 360 nichos, posiblemente una especie de calendario solar. Esto viene a señalar que, como en otras culturas precolombinas, la astronomía debió tener una importancia vital para los totonacas.
El resto de las construcciones de la ciudad se distribuían de manera que las diferentes clases sociales quedaran separadas y bien diferenciadas. En la parte más elevada, denominada Tajín Chico, se construyeron los palacios y los edificios administrativos. Construcciones que tenían ventanas y que en muchos casos estaban decorados con trabajadas grecas.
¿Qué más nos ofrece El Tajín? Dos increíbles canchas de juego de pelota, muy habituales en los pueblos prehispánicos. Canchas cuyos muros están decorados con tableros adornados con relieves e inscripciones cuya temática está relacionada con este juego. Por cierto, gracias a ellos se ha sabido que tras finalizar el juego uno de los miembros del equipo perdedor era sacrificado.
El Tajín es una zona arqueológica que no deja de sorprender a los investigadores y arqueólogos por sus características particulares ¿Habías oído hablar de ella? Merece la pena visitarla, como tantas otras ciudades precolombinas como Chichen Itzá o Teotihuacán ¡Y puedes hacerlo con nosotros!
Imágenes: Estudio de Arquepoética y Visualística Prospectiva, AlejandroLinaresGarcia, Javier Hidalgo.