Barcelona es una de las ciudades más cosmopolitas del mundo. Tiene gran parte de lo que un viajero puede buscar a la hora de elegir un destino: historia, cultura, una arquitectura maravillosa, una gran gastronomía… Y, además, está situada entre el mar y la montaña. Tiene un excelente clima y puede servirnos como centro de operaciones para otros desplazamientos interesantes por Cataluña o España. A la hora de planificar el viaje vale la pena hacer un pequeño “check-list” de lugares que deberemos visitar; en él, podemos incluir lo más popular y conocido (y no por ello de menor interés), y otros lugares menos notorios, pero de gran belleza. Veamos algunos ejemplos.
Índice de Contenido
¡Lo que no puedes perderte en Barcelona!
1. Antoni Gaudí y su obra
La obra del arquitecto Gaudí está íntimamente ligada a la ciudad. El mayor exponente del modernismo catalán dejó su impronta en la Ciudad Condal en obras como la Casa Batlló, la Casa Milá (La Pedrera), el Parque Güell y, por supuesto, La Sagrada Familia, por poner algunos ejemplos. El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia es, indiscutiblemente, un destino obligado para cualquiera que recale en la ciudad; es conveniente sacar las entradas para la visita de forma anticipada para evitar largas colas y disfrutar tanto del exterior como del interior del templo, cuya singularidad le ha valido el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.
Pero tampoco podemos olvidar el Parque Güell; vale la pena dedicarle, al menos, media jornada a la visita de este espectacular recinto, e ir más allá de lo que se conoce como “Zona Monumental”, la más turística. El Parque Güell tiene una extensión mayor de la que nos imaginamos, y en ella podemos encontrar algunas de las mejores vistas de la ciudad, como la que tenemos desde las “Tres Cruces” o desde la cima de la “Montaña Pelada”, en la parte superior del recinto. Cabe señalar que, muy cerca del parque, también encontramos el Parc del Guinardó, y en la cima del Turó de la Rovira (su parte más alta), están los “Bunkers del Carmel”, para muchos el mejor de los miradores de la urbe barcelonesa.
2. La Vila de Gràcia
Estando en la zona del parque, no podemos dejar de ver el barrio de Gràcia. Para muchos barceloneses, se trata de una zona con entidad propia dentro de la ciudad, ya que tiene pequeñas, pero encantadoras calles, maravillosas plazas y un comercio local con un aura especial. Vale la pena dedicar algunos minutos para ascender por la calle Torrijos y llegar hasta la Plaça de la Virreina, donde si somos afortunados encontraremos mesa en alguno de sus bares con terrazas, con la basílica al fondo. Este rincón es bastante más desconocido para los visitantes eventuales, por lo que se puede disfrutar con más tranquilidad.
3. Museos más y menos conocidos
Otro de las visitas que resultan obligadas para muchos viajeros es el Museo del FC Barcelona, el equipo de fútbol. Siempre se suele encontrar en el Top 3 de los más visitados, incluso algunos años encabeza la lista. La marca “Barça” es conocida en todo el mundo, y atrae turistas de todos los rincones del globo. Incluso hoy, cuando el equipo se encuentra en las horas más bajas de su historia reciente, sumido en un cambio generacional y una crisis de resultados, que hace que hasta sus fans más aguerridos sean menos optimistas con los pronósticos de cara a sus próximos encuentros, como se puede comprobar en las webs de apuestas con sección de fútbol, las colas para entrar al “Camp Nou Experience” son notables, así como las ventas de suvenires relacionadas con el club.
Sin embargo, como alternativa, también queremos plantear otro tipo de museo, más desconocido. Se trata del Museu Frederic Marés, dedicado a albergar y exponer la enorme colección atesorada por el escultor del mismo nombre. No estamos hablando sólo de su obra, sino de una colección de objetos de todo tipo y de toda la historia, especialmente relacionados con la ciudad. Pero queremos recalcar especialmente, por ser menos conocida y de gran encanto, su terraza para hacer un pequeño “break” y reponer fuerzas; conocida como “El café d´estiu”, y aunque está temporalmente cerrada, se trata de un rincón de especial belleza.
4. El Gótico que no nos podemos perder
Y por último, no querríamos despedir este artículo sin citar dos lugares, aprovechando que nos encontramos en el Barrio Gótico al detenernos en el citado museo, en los que deberemos recalar: por un lado, el Mercat de la Boquería, en las Ramblas, inaugurado en 1840, que con más de 300 paradas se considera el mercado más grande de Catalunya. Y el otro es Sant Felip Neri, una pequeña plaza ubicada en pleno casco antiguo de la ciudad, de carácter singular y que ejemplifica perfectamente el estilo de la Barcelona del siglo XIX, conservando gran parte de sus edificios históricos a pesar del bombardeo que sufrió en 1938.