Burdeos, en la región francesa de Aquitania, no tuvo demasiado movimiento turístico durante décadas y solo los amantes del buen vino decidían visitar sus preciosas calles. Durante los últimos años esto ha cambiado. Las preciosas zonas verdes de la ciudad y el estilo neoclásico de sus edificios emblemáticos han conseguido llamar la atención de los viajeros. ¿Te apetece conocerla?
Burdeos, la capital francesa del buen vino
En el barrio de Bacalan, en la zona norte de Burdeos, todavía quedan muestras activas de la actividad vinícola de la ciudad. Y algunos restaurantes de moda se encuentran aquí, agolpadas en los muelles del río Garona, a lo largo de cuya ribera se extienden zonas verdes ideales para practicar algún deporte o, simplemente, pasear.
Pero el vino no lo es todo. En el corazón de Burdeos se encuentra la fantástica torre de Pey Berland, en la catedral de San Andrés, donde después de subir 231 escaleras se puede disfrutar de una panorámica espectacular de la ciudad.
Lo más impactante, sin embargo, puede que no sean estas vistas sino el Espejo de Agua. Se trata de una plaza, conocida como la plaza de la Bolsa, cubierta de agua que muestra a modo de espejo todos los edificios señoriales de alrededor. Cerca de esta preciosa plaza se encuentra la Esplanade de Quinconces, lugar en el que se alzaba un gran château pero que, con el paso de los años, se ha convertido en un gran espacio verde.
Entre las calles de Burdeos, concretamente en Cours de l’Intendance, se encuentra la casa en la que vivió Francisco de Goya durante sus últimos años, actualmente es el Instituto Cervantes. Y en la Place des Grands Hommes pueden contemplarse los edificios más señoriales del siglo XVIII porque por aquí desfilaron hombres como Montesquieu, Rousseau, Voltaire y Diderot. La zona que rodea el Grand Theatre también es muy interesante y señorial. Justo enfrente se encuentra la Maison du Vin, lugar en el que realizan cursos de cata de vinos y enología.
Una de las zonas más activas de la ciudad gira alrededor del mercado des Chartons, abierto todos los días de la semana. Aquí pueden encontrarse tiendas de todo tipo y un ambiente muy agradable.
La parte izquierda del río no es tan conocida por los turistas pero es donde se encuentra el Café du Port, un restaurante con unas vistas preciosas de Burdeos y del río Garona. Un bonito local para disfrutar de una tranquila comida o cena.
Y después de recorrer la ciudad… ¿Probamos un buen vino?
Fotografías: Elodie Ruedas, Olga Berrios, Adrien Sifre, Neil Hall, Blaye Côtes de Bordeaux