El turismo es una de las actividades que todo el mundo desea practicar, como mínimo, una vez durante el año y de las que mayores placeres nos genera. En los últimos años, muchos países han querido controlar el flujo de turistas a sus destinos más turísticos. Además, han aparecido nuevas maneras de visitar nuevos atractivos, muchas de ellas vinculadas al avance de las tecnologías emergentes. A continuación, detallaremos cómo será el turismo del futuro.
Aunque parezca complicado de creer, a través de la red también es posible hacer turismo. Hay varios ayuntamientos, museos y centros culturales que están apostando por tours virtuales para que los usuarios de todo el mundo los puedan recorrer a través de las pantallas en sus hogares. También es de especial mención la presencia de la realidad virtual, cada vez más presente en nuestro día a día, que permite trasladarse con unas gafas especiales desde el salón a lugares como en medio del Amazonas o a la Acrópolis de Atenas.
Los dos ejemplos anteriores son solamente una nueva muestra de todas aquellas actividades que se han adaptado a la migración digital como si nada. Otros ejemplos pueden ser las plataformas de casino como PokerStars Casino que disponen de juegos como tragamonedas y el blackjack; las de películas como Netflix que ofrecen bibliotecas siempre cambiantes; o las de cursos como Domestika con contenidos de profesionales creativos para aprender en línea.
Volviendo a las tecnologías inmersivas, estas han permitido que muchos enclaves turísticos puedan seguir recibiendo las visitas del público, aunque algunas puramente virtuales, sin explotar físicamente el espacio. Desde el punto de vista del usuario, también pueden suponer ciertas ventajas como el hecho de acceder a lugares de difícil acceso, como podría ser el increíble monte Machu Picchu, sin la necesidad de desplazarnos.
Para realizar este tipo de actividades solamente es necesario contar con unas gafas de realidad virtual, conexión a internet y un sitio web que apueste por este tipo de visitas. El Museo del Louvre de París o el Museo del Prado de Madrid son dos de los centros más conocidos del mundo que permiten una visita por sus exposiciones en tan solo unos pocos clics.
Propuestas locales y sostenibles
Muchas personas han apostado también por el turismo local y a pocos kilómetros de la residencia habitual. En muchas ocasiones, le damos más valor aquello que cae lejos de casa antes de conocer nuestro entorno. Así pues, los movimientos internos han ido creciendo en los últimos años. Además, resultan ser en muchas ocasiones más económicos que los viajes internacionales.
Es de especial mención el turismo rural, en claro aumento y con muchas especialidades. Cada vez se valora más unos días tranquilos rodeados de naturaleza que en una gran y bulliciosa ciudad llena de actividad. No podemos olvidar que uno de los objetivos de las vacaciones es desconectar y relajar mente y cuerpo, alejándonos en la medida de lo posible de los mismos inputs que recibimos contantemente durante nuestra rutina.
Otro aspecto que los turistas valoran cada vez más es que se respete en sus actividades la sostenibilidad. Esto pasa por reducir la contaminación y el impacto medioambiental que tienen las actividades propias de los viajes en los diferentes países. Cambiar el turismo de masas por una apuesta de calidad y de modernización del ecosistema es lo que están intentando hacer muchos países como, por ejemplo, los miembros de la Unión Europea. Consideran que así se mejorará en socioeconomía, medioambiente y territorio.
Experiencias personalizadas
Aparte de las iniciativas tecnológicas y sostenibles, uno de los aspectos que explicarán el turismo del presente y el del futuro es la personalización. Este tipo de turismo no es otro que aquel que ofrece servicios a medida, centrados en los intereses de los viajantes y que no quiere abarcar todos los atractivos de un mismo lugar o aquellas rutas masificadas.
Poner el foco en eventos concretos, como pueden ser un concierto de música, una ruta gastronómica o un partido de fútbol, no requiere de la misma logística que una semana en la misma ciudad explotando todos los puntos de importancia. Así pues, las agencias y los propios turistas se centran en objetivos específicos, más económicos en muchas ocasiones, pero siempre buscando lo mismo: la satisfacción en el viaje.