¿Te gustaría vivir en un mundo que el Sol nunca de escondiera? Uno de los fenómenos naturales más impresionantes del mundo que se debería presenciar al menos una vez en la vida es el llamado sol de medianoche, sólo observable al norte del círculo polar ártico y al sur del círculo polar antártico, que consiste en que el Sol es visible las 24 horas del día en las fechas próximas al solsticio de verano. El fenómeno contrario es el llamado “noche polar”, en que el sol no llega a salir del horizonte en todo el día.
¿Por qué pasa este fenómeno?
Este fenómeno está provocado por la inclinación del eje de la Tierra respecto al plano horizontal de nuestra órbita. Debido a esta inclinación, el área alrededor del Polo Norte permanece expuesta al Sol 24 horas al día en el verano boreal. Al mismo tiempo, en el hemisferio Sur ocurrirá todo lo contrario.
Este fenómeno fue descrito por primera vez por el marino, navegante, viajero y aventurero Piteas de Massilia, quien en el Siglo IV antes de Cristo describió el portento como el «fuego siempre luciente» y el lugar donde se produce como «el que no tiene noches».
¿Cómo presenciarlo?
Hoy nosotros, sin correr tantos riesgos y sufrir tantas penurias como Piteas, podemos contemplar este maravilloso juego de tierra, mar, aire y luz si recurrimos a uno de los muchos cruceros que, en verano, partiendo de Amsterdam, surcan los mares del Norte, Barents, Noruega y el lejano océano Ártico hasta llegar, más allá del Círculo Polar, a las islas Svalbard.
El recorrido es fascinante. Ante nuestros ojos desfilarán paisajes inolvidables e inigualables. Naturaleza pura. Fiordos con espectaculares acantilados donde es fácil imaginar la presencia de los vikingos, bosques infinitos de los que se obtenía la madera para construir los drakkars o naves vikingas, cascadas…
Pero si los cruceros no son lo tuyo, puedes ir simplemente viajar al norte de países como Islandia, Rusia, Noruega, Suecia, Alaska, Groenlandia o Canadá y experimentarlo tranquilamente.
No obstante, hay que tener en cuenta que es mejor no alargar estas estancias en lugares donde se experimenta el sol de medianoche, pues su presencia puede dificultar el descanso de quienes no estén acostumbrados y puede provocar hipomanía, es decir, euforia, mal humor e irritabilidad. Aún así, no puedes perdértelo.
¿Has presenciado alguna vez el Sol de Medianoche? Explícanos dónde y cómo fue la experiencia. Si no lo has visto nunca, ¿te gustaría? ¿Crees que lo soportarías? Comparte estos consejos y, si eres fan de los fenómenos naturales espectaculares, conoce el impresionante Preikestolen, también en Noruega
Imágenes: buck82, weesam2010, josef.stuefer