Gengenbach es una ciudad preciosa, se puede recorrer en poco tiempo y parece un pueblo hecho para un decorado de película. De allí que sea una de las locaciones de la película Charlie y la fábrica de chocolate.
Gengenbach, una ciudad de película
Es una pequeña ciudad del sur de Alemania, en el borde de la Selva Negra, en el Distrito de Ortenau, Baden-Wurtemberg. Es un excelente destino porque se encuentra cerca de todos los lugares turísticos.
La ciudad de Gengenbach fue destruida totalmente durante la guerra de los Treinta Años y en la guerra de Sucesión del Palatinado 1688-1697. Reconstruida en los siglos siguientes, Gengenbach es hoy una típica ciudad alemana. Su estampa te devuelve a la infancia y a los cuentos infantiles.
La visita empieza por el pintoresco casco antiguo de la ciudad, que está protegido desde 1955 como Monumento Nacional, atravesando el arco de la Torre de la Puerta Superior, con el campanario y el reloj típico de la Selva Negra.
El Gengenbach Town Hall es el centro del pueblo de Gengenbach, frente a la plaza principal, donde se observan bastantes tiendas de recuerdos. En medio de la plaza se ubica la fuente de la ciudad. Desde allí, puedes ver el Rathaus (Ayuntamiento) del siglo XVIII, con el Calendario de Adviento más grande del mundo y sus 24 ventanas se van abriendo día a día a medida que se acerca el día de Nochebuena.
En la ciudad existen restos de la antigua fortificación y otros edificios notables, pero uno de sus grandes atractivos son las calles Höllengasse y Engelgasse, en especial en primavera y verano. En estas calles adoquinadas, las casas tienen el característico entramado de madera en sus fachadas, adornadas con vistosas flores y enredaderas, dando como resultado una de las estampas más bonitas que se puedan ver en Alemania.
Paseando encontrarás una abadía y varias iglesias escondidas entre el entramado de calles y casas. Todo con una aire encantador difícil de olvidar. Muy bien conservados están el museo Löwenberg y otras casas nobles de los siglos XVII y XVIII. También puedes visitar otros museos como el del Carnaval, el militar y el museo de minerales.
Gengenbach tiene un hermoso parque desde donde se divisa la torre de la iglesia de Santa María, un templo románico con un presbiterio gótico y una elegante torre barroca. Su interior es realmente bello y de mucho colorido.
Merece la pena hacer un desvío para visitar esta preciosa ciudad donde todo es perfecto, una limpieza absoluta, una muralla muy bien conservada y cuidados parques. ¿Te gustaría visitarlo?
Si te gustan las ciudades de cuento te invito a conocer Collonges la Rouge, la pequeña ciudad roja de cuento.
Imágenes: Olds Wolfram, Olga Pepe, Guillén Pérez, Fox Wu, maifel2001, a77f77, Cat Burston