Posiblemente hayas visitado playas increíbles de arena blanca como la harina, aguas cristalinas donde puedes verte reflejado y maravillosos parajes llenos de tranquilidad. Pero en esta entrada del Viajero Feliz, te mostramos una de las playas más curiosas del mundo. ¿Quieres saber porqué? ¡Descúbrelo!
Camina sobre cristal en Glass Beach
En el estado de California en Estados Unidos, concretamente en la costa de Mendocino, hay una playa que está constituida por millones de trozos de vidrio pequeños que han sido erosionados de tal forma que han acabado conformando la arena de la playa. No se trata de un fenómeno natural, sino un ejemplo claro de la naturaleza volviendo a instaurar el orden ante los desajustes producidos por la dañina influencia de las personas.
¿Por qué su arena es de cristal?
Hace varias décadas, a mediados del siglo XX, la playa se usaba como un basurero en el que se arrojaban grandes cantidades de basura, entre ellas vidrios, objetos pesados y porcelana. Ante este crimen contra la naturaleza, las autoridades del estado clausuraron la zona en el año 1967, y más tarde, se empezaron a ejecutar programas de limpieza en ese área.
No obstante, fue el oleaje del mar el que concluyó el proyecto de limpieza de los restos de cerámicas, cristales y otros materiales, convirtiéndolos en diminutos trozos de arena no puntiagudos. El resultado fue el de una curiosa playa de «arena» de colores originados de los restos de cristales erosionados. Es popularmente conocida como Glass Beach.
El lugar era de propiedad privada, pero fue vendido al estado y convertido en un lugar público incluido en el Parque estatal MacKerricher. Un cuento con comienzos difíciles y de final feliz, en el que esta playa, convertida en uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad, es protagonista. Sobretodo destacan en ella las puestas de sol reflejadas en la arena y la multitud de cristales brillando sin parar.
¿Y tú? ¿Conocías esta singular playa? ¿Te ha parecido curioso? Si conoces otra playa extravagante, háznosla saber. Si quieres, puede que también te interese leer «Caño Cristales: el fantástico río multicolor».