Una pequeña isla situada en medio del Sena. Ese fue el comienzo de París y donde sigue estando la parte más medieval de la capital francesa. A pesar de que fue renovada por completo en el siglo XIX todavía se pueden visitar algunos de los monumentos más antiguos de la ciudad. Esta es la Isla de la Cité. Aquí empezó todo.
Los historiadores no se ponen de acuerdo. Unos dicen que esta isla estaba habitada por una pequeña tribu gala, los Parisii, en una fecha tan lejana como el 250 a.C. Otros dicen que no, que esta isla se inundaba de vez en cuando y que era totalmente imposible que la ciudad de Paris hubiera comenzado aquí. Sea como fuere, en la Isla de la Cité fue donde se asentaron los edificios más importantes de Paris durante la Edad Media y muchos de ellos todavía se pueden visitar.
Notre Dame de París
La catedral de París es uno de los monumentos más visitados de la ciudad. Construido entre el 1163 y el 1345 ya os hemos hablado más de una vez de ella. De hecho, os dimos varios consejos para visitarla y qué es lo que podréis hacer allí. Una maravilla del gótico que merece la pena visitar.
Sainte Chapelle
Posiblemente sea la obra cumbre del gótico, o al menos así lo indican muchos expertos. Construida para albergar las reliquias del martirio de Jesucristo, compradas por el rey Luis IX a Balduino II, el último emperador de Constantinopla, se ha transformado con el paso del tiempo en uno de esos lugares al que han dejado a la sombra otros grandes monumentos de París, pero que no desmerece en la comparación con ninguno de ellos.
La Conciergerie
Uno de los edificios que si pudieran hablar nos podrían contar prácticamente toda la historia de Francia. Fue palacio real, juzgado, parlamento, cárcel y ahora museo. Y claro, cada una de las cosas que ha sido ha dejado su legado. Aquí vivieron reyes, fueron torturados políticos y fue el último hogar de ilustres decapitados como Maria Antonieta y se cree que en él pasó sus últimos días Maximilien Robespierre.
Puente Nuevo
A pesar de su nombre es el puente más antiguo de Paris. Debe su adjetivo a que fue el primero de piedra que se construyó, ya que los anteriores eran de madera. Fue inaugurado en 1607 y aún sigue siendo el más largo de la ciudad, ya que mide 232 metros, conectando las dos orillas del Sena con la Isla de la Cité. Por supuesto, es la mejor forma de entrar y salir de la isla, aunque también se puede llegar en Metro.
Si habéis visitado París nos encantaría que nos contarais algún lugar secreto descubierto en esta isla.
Imágenes: transCam, Patrick Bouquet, Celso FLORES, Lawrence OP, Dennis Jarvis, Henry_Marion