¿Eres de los que les gusta el turismo siniestro? ¿Te apetecería descubrir uno de los lugares más impactantes del planeta? En el Viajero Feliz ya os hemos hablado sobre sitios oscuros y terroríficos como EN «5 lugares abandonados en Europa», Pero en esta ocasión os mostramos un pueblo fantasma digno de ser visitado. ¡Sigue leyendo!
El pueblo fantasma de los diamantes
Esta vez le toca a Kolmanskop, un pueblo ubicado en el desierto de Namibia, cerca de la ciudad costera de Lüderistz. Los orígenes de esta localidad se remontan al año 1908, cuando Namibia era una colonia alemana se descubrió allí su espectacular mina de diamantes. Para evitar que los buscadores de diamantes tuvieran que recorrer todos los kilómetros desde Lüderitz al desierto, los alemanes levantaron este pueblo para disponer de todas las comodidades presentes en otras regiones del país pero cerca de la mina, por lo que empezaron a construir viviendas, chalets, escuelas, hospitales, etc.
La idea era tan buena, que durante la Primera Guerra Mundial los que vivían este pueblo consiguieron extraer hasta 1000 kilos de diamantes de sus minas. Del mismo modo, para impedir que nadie robara estas piedras, los habitantes de Kolmanskop instalaron un aparato de rayos x, el primero de toda África. Con el tiempo, se dieron cuenta que en el pueblo de Oranjenmunden, los diamantes eran mayores, por lo que el pueblo empezó a decaer, hasta que en la década de los 50 fue abandonado.
Una ciudad enterrada
En la actualidad, si haces una visita a Kolmanskop, te toparás con un pueblo con casas llenas de arena, destartaladas y ruinosas, aunque algunos edificios conservan bien su interior, como por ejemplo el del antiguo teatro.
Desde luego, las imágenes hablan por si solas. Hace poco, se han comenzado las obras para su rehabilitación parcial y conseguir atraer a los viajeros, aunque algunas casas aún siguen llenas de aren,a por lo que aún no se encuentra en condiciones para convertirse en un pueblo turístico. Eso sí, atrae a muchos curiosos que quieren respirar el misterio del lugar.
¿Te imaginas viviendo en ese pueblo? ¿Te gustaría visitarlo? ¿Piensas que fue buena idea construirlo? Si te ha gustado, te recomendamos que leas «Lugares que debes ver antes de morir (I)».
Imágenes: Damien du Toit, Michiel Van Balen.