Alsacia está situada al este de Francia, en la frontera entre Alemania y Suiza. Esta privilegiada situación la ha dotado de unas características muy peculiares a la vez que hermosas: todo su aspecto francés está bañado con un curioso y bonito aroma alemán. Todos sus pueblecitos, llenos de color y sacados de cuentos, merecen ser conocidos. ¿Te vienes?

Estrasburgo

La pintoresca Alsacia, ¡conócela al volante!

Existen muchas formas de conocer Alsacia pero, sin duda, la mejor es aquella que te permite visitar sus bonitos pueblos y su capital, Estrasburgo. Esta región tiene unos 200 kilómetros de largo y unos 50 de ancho, así que una ruta en coche puede ser una fantástica y fabulosa opción.

Colmar
Colmar

Colmar podría ser una perfecta primera parada. Es uno de los pueblos más visitados y su punto fuerte son sus edificios medievales, aunque la belleza del río y el colorido de las flores que nacen aquí lo dotan de una belleza casi inigualable. Eguisheim, el segundo punto de la ruta, no se queda atrás y con sus entramadas casas, torres de arenisca, fuentes y castillo deja a cualquier que la visite totalmente enamorado. Hacia el norte se encuentran Turckheim y Niedermorschwihr, una pequeña ciudad que crece entre viñedos, donde puede hacerse alguna pequeña parada.

Kaysersberg
Kaysersberg

Kaysersberg es un pueblo tradicional y sus habitantes, aunque sean pocos, se han preocupado en preservar su esencia a lo largo de los años. Destacan sus casas bajas, las fachadas entramadas, las calles empedradas, el colorido y su inquieto río WeissRiquewihr, también con poca población, tiene flores en verano y nieve en invierno por lo que su belleza está viva en cualquier época del año. Y, más adelante, nos encontramos con Hunawihr, rodeado de viñedos y con un encanto especial.

Ribeauvillé es una parada obligatoria para todos los amantes del vino y para aquellos que quieran penetrar en una auténtica ciudad medieval. Parte de ella está rodeada por una muralla y algunas casas son auténticas piezas medievales. Muy cerca de esta preciosidad se alzan castillos tan impresionantes como magníficos: Ulrichsburg, Girsberg y Hohrappoltstein. Siguiendo la ruta se puede llegar a Bergheim, otro pueblecito amurallado y con edificios de gran valor arquitectónico. Y en Sélestat se alza un castillo que regala unas vistas increíbles: el Haut-Koenigsbourg.

Castillo de Haut-Koenigsbourg
Castillo de Haut-Koenigsbourg

Sin perder de vista la ruta pueden conocerse a los pequeños, pero no por ello menos encantadores, Albé, al margen del río GiessenMittelbergheim, una joya casi desconocida; y Obenai, que parece haberse parado en el tiempo. Todo esto puede conocerse antes de llegar a Estrasburgo, capital de Alsacia, donde se concentra toda la actividad cultural, toda su historia y todo su esplendor.

Mittelbergheim
Mittelbergheim

La ruta termina en la frontera con Alemania, Hunspach, con su hermoso Parque Natural Vosges du Nord; y Wissembourg, una ciudad que nació entre los siglos XII y XIII.

La ruta por Alsacia está llena de pueblos encantadores y tranquilos, está llena de paisajes únicos y es ideal para los que aman lo medieval. ¿Crees que es la única ruta de este tipo? ¡Eso es que aún no conoces La ruta Císter!

Fotografías: Francisco AntunesAnna & MichalFrederic C81María Renée Batlle CastilloM.Masellialh1