Escritores, pintores, nobles y emperadores escogieron como lugar de inspiración, retiro y reposo el Lago de Como, al pie de Los Alpes. Aunque unas pocas líneas no pueden describir tanta belleza, existen unos itinerarios que pueden ser el inicio de una experiencia inolvidable por este jardín alpino.
En barco
La mejor forma de conocer el Lago de Como es en barco y desde el nivel del agua porque pueden obtenerse unas bellas vistas que parecen sacadas de una pintura. Además, pueden verse algunas de las ciudades, villas y aldeas que forman la provincia de Como, y con los variados recorridos que se ofertan pueden conocerse Como, Lecco, Bellaggio, Varenna, Gravedona,… Todas igual de bellas, encantadoras e interesantes.
Aquellos que prefieran un viaje más íntimo pueden alquilar desde piraguas hasta botes de remos o coger una barca-taxi e, incluso, un hidroavión.
Miradores increíbles
Brunate
Un funicular lleva de Como hasta Brunate, un pueblo con unas vistas espectaculares y desde donde puede verse el faro que se levantó en honor a Alessandro Volta, físico italiano nacido en Como.
Monte Generoso
Sin duda las mejores vistas, de hasta 360 grados, las regala el Monte Generoso, con una altura de 1704 metros, y su funicular.
Mirador de Sighignola
Desde Aregno puede cogerse la carretera dirección Lanzo D’Intelvi. A tan solo 5 kilómetros se encuentra el mirador de Sighignola, conocido como balcón de Italia, desde donde, gracias a su desnivel, pueden obtenerse unas increíbles vistas del Monte Rosa, el pico más alto de Italia y el segundo de Los Alpes.
Santuarios
Desde el centro del lago puede verse una bonita ermita blanca que parece formar parte de la pared del acantilado, se trata de la Capella di San Martino. Para aquellos que quieran verla de cerca, desde Cadenabbia puede irse a pie y, de paso, conocer la aldea de Griante.
Otra visita curiosa es la del Sacro Monte di Ossuccio, porque ni más ni menos que 14 capillas barrocas unidas por un sendero forman este complejo religioso que fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Como dato curioso, la actual iglesia se levantó donde durante la época romana había un templo dedicado a la diosa Ceres.
Pero, sin duda alguna, la iglesia de Santa Maria del Tiglio es, en todos los sentidos, una auténtica obra de arte porque, además de ser una belleza arquitectónica lombarda del siglo XII, también ofrece las mejores vistas del lago. Y está situada a tan sólo 1 kilómetro de Gravedona.
Y mucho más…
Y esto es sólo una pincelada de lo que puede encontrarse en el Lago de Como, porque Villa Serbelloni, lugar en el que Leonardo da Vinci y el emperador austríaco Maximiliano I pasaban largas temporadas; la isla de Comacina, lugar en el que es posible conocer el pasado romano del lago; Villa Carlota, con su magnífico jardín; y los jardines de Stendhal, donde puede disfrutarse de las tres «ramas» del lago; entre otras paradas, pueden convertir en más que especial el viaje por el pie de los alpes. ¡Sigue viajando!
Fotografías: Paolo Margari, John Weiss, Christine Wagner, W***, Alessandro Travi