Bolivia es conocida por su altiplano, montañas y coca, pero generalmente se ignora que la mayor parte de su territorio es selva amazónica. Junglas y humedales casi vírgenes son el destino ideal para aquellos amantes de la naturaleza. Las Pampas del Yacuma tienen mucho que ofrecer si te atreves a conocerlas.
La fama del Amazonía se la llevan Brasil, el oriente peruano y Ecuador, a Bolivia se la reconoce por sus montañas nevadas y no su selva. El viaje arranca desde la villa Rurrenabaque y debes dirigirte hacia Santa Rosa por las orillas del Río Yacuma. A partir de ahí comienzan los humedales que son hermanos del extraordinario Pantanal Brasileño. Las Pampas del Yacuma tienen 616.453 hectáreas de extensión.
La vida en los humedales
La fauna que puebla esta zona es tan extensa como la selva, apenas emprendas tu viaje el único sonido que te acompañará es el canto de las diversas aves. ¡Ten cuidado con los caimanes! Es como un zoológico al aire libre ideal para disfrutar de la fauna en libertad, tanto por encima como por debajo del agua, que pocos conocen que esconde. Es un destino perfecto para realizar avistamiento de vida silvestre y vegetación exótica.
La vegetación más densa se concentra en las orillas del Río Yacuma, y precisamente allí se pueden observar los animales que se acercan a beber agua y tomar sol. Decenas y decenas de caimanes, capibaras, pájaros y monos. Entre los más extraños están los monos lucachis cenizo y rojizo, el papagayo barba azul, el ciervo de los pantanos, el jaguar, el borochi, el delfín de río o bufeo, el caimán negro y el lagarto. ¡Debes tener mucha precaución ya que en esta zona también hay pirañas y anacondas!
Cómo conocer Yacuma
Las pampas tropicales de Bolivia tienen mucho que ofrecer pero como habrás podido notar es un lugar con varios peligros, debido a esto es que solo podrás adentrarte en las pampas con un guía autorizado.
El comienzo del camino ya da la pauta de que es solo para aventureros, ya que el camión debe ir haciendo equilibrio en los baches del largo camino de ripio. La travesía continúa en auto, desde donde se puede ver la fauna, e incluso a veces hay que cederle el paso. En Santa Rosa podrás saborear sopa de maní y cerdo, una comida típica de Bolivia. Pronto llegarás al río Yacuma, que significa Anaconda, inconfundible con sus aguas negras. El paseo finaliza en canoa a motor.
Un paisaje extraordinario repleto de fauna exótica, ¿te perderás esta aventura? Si te gusta el ecoturismo y la adrenalina sigue leyendo El Impenetrable, naturaleza agreste o Ecoturismo en Costa Rica.
Imagen: Romain Lefort, Bas Wallet, Allen Sheffield.