En la India, la cúrcuma no es sólo una especia, tiene también una connotación religiosa, desde hace siglos. Si se utiliza para este propósito, puede ser considerada como un agente de purificación del cuerpo y el alma.
El templo de Chengannur
Los devotos realizan un ritual de baño de cúrcuma en el templo Amman Bhagavathy en Chengannur, Kerala. Según la leyenda, la zona en la que el templo está situado una vez fue un bosque infestado por yakshis y rakshsas.
Un miembro de la tribu llamado Kannappan solía vivir en este bosque. Era un devoto adorador de Kali, y sacrificaba una vaca en su nombre todos los viernes (el día de la Diosa). Un día, se encontró con un hermoso ternero negro cerca del bosque que capturó y llevó a su altar. Pero justo antes de que se sacrificase el ternero, su hija, Manimanga, intervino abogando porque se detuviera.
El hombre amaba a su hija y aceptó que lo mantuviese como mascota. Desafortunadamente, Manimanga desapareció a la mañana siguiente con el animal. En su lugar encontró dos piedras divinas: Lakshmi y Vishnu.
Años más tarde un leñador llegó al bosque a cortar algunos árboles. Cuando clavó por error su hacha en la piedra, maravilla de maravillas, la piedra empezó a sangrar. Era Manimanga, que había sido transformada en piedra.
Primer ciclo
El Manjal Nerattu simboliza en cualquier caso el primer ciclo menstrual de una chica. El momento en el que ella se convierte en una mujer. Esta celebración es para la niña y su familia, una de las más importantes de sus vidas. El baño en cúrcuma hirviendo es la última parte de la celebración.
Se hierven el agua mezclada con polvo de cúrcuma, y los hombres azotan sus cuerpos y con hojas de palma empapadas con el brebaje caliente hirviendo.
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Imagen: Ashit Desai y fotobaba / George Koruth