Fellini no ocultaba su admiración por Nápoles y en sus películas puso en boca de los protagonistas la expresión «Ver Nápoles y morir». Esa es una buena razón para indagar sus motivos.
Nápoles y Fellini
El golfo de Nápoles y las primeras imágenes que recibes de esta ciudad te impactan. El Monte Vesubio, una de las mayores atracciones de Nápoles y uno de los volcanes activos más famosos del mundo. Sus pintorescas calles y esa interacción con sus majestuosos y vetustos palacios urbanos le dan un toque especial de elegantísima decadencia.
En esta ciudad del sur de Italia podrás descubrir el estilo de vida de sus habitantes con solo caminar por sus calles. Cosas como los balcones atestados de ropa y subir la compra de la calle a la casa por medio de un cubo atado a una cuerda son parte de la vida cotidiana. La idiosincrasia del napolitano es única, supersticiosa, indiferente ante conductas irreverentes y la velocidad de vértigo con que se desplazan sus taxistas, son aspectos que llamarán tu atención.
Sus capillas e iglesias están llenas de arte e historia. Llama especialmente la atención la de San Severo que atesora unas curiosas y bellísimas esculturas. Mención especial merece la del Cristo velado, considerada una obra cumbre de la escultura universal, su prodigio se debe al escultor Giuseppe Sanmartino.
La Piazza del Plebiscito, sin duda, es uno de los símbolos de Nápoles desde donde puedes ver los edificios más emblemáticos como son: el Palacio Real, la Basílica de San Francisco de Paula, el Palacio de la Prefectura y el Palacio Salerno.
Desde el Castel Dell’Ovo apreciarás la mejor vista del golfo de Nápoles. El ingreso al castillo es gratis y si subes hasta la «Terrazza dei Cannoni» te encontrarás de frente con el mar, el puerto y el Vesubio… ¡Las vistas son increíbles!
La Via San Gregorio Armeno es una calle ubicada en el centro histórico de Nápoles, es súper famosa por sus mercadillos de Navidad ideal para los pesebres y por sus puestos donde venden las genuinas esculturillas de personajes famosos. ¡Seguro pagarás por alguna de ellas!
Una fama bien ganada es que en Nápoles se come la mejor pizza del mundo. Todas son riquísimas en cualquier trattoría. Pero, son riquísimos también otros platos típicos como: la mozzarella di bufala, scialatielli, taralli, struffoli, pastiere, sfogliatelle y, para acabar, la comida el fabuloso limoncello di Sorrento.
Si te gustó Nápoles, seguramente te encantará Anacapri: lo más bello de la costa Amalfitana.
Imágenes: JJ Merelo, get directly down, Davide, Giuseppe Guida, David McKelvey, PhotoLab XL, Roberto Taddeo, Ivonne