¿Te apetece hacer un fantástico viaje en el tiempo? No es un viaje muy largo, retrocedemos apenas un siglo. Y lo hacemos viajando a un lugar lleno de lujo y glamour, a un rincón de los Estados Unidos que fue refugio de la élite en sus periodos de descanso. Nos vamos a Newport para disfrutar de sus magníficas mansiones. ¿Nos acompañas?
Newport y sus magníficas mansiones
Newport fue el lugar elegido por la aristocracia para construir sus residencias veraniegas. ¿Te suenan apellidos Astor o Vanderbilt? Son solo dos de las más acaudaladas familias americanas de finales del XIX y principios del XX que disfrutaron aquí de sus vacaciones.
Todo esto es un derroche de elegancia y lujo, porque no hablamos de casas “modestas”, no. Aquí se construyeron verdaderas mansiones, auténticos palacios que todavía dejan boquiabiertos a aquellos que los visitan.
Hermosas, magníficas y a veces curiosas, hay un buen número de mansiones en Newport. Pero las hay que destacan, como The Breakers, sin duda, la más impresionante. Fue el multimillonario Cornelius Vanderbilt quien ordenó su construcción. Una increíble mansión de estilo renacentista italiano que tiene más de 70 habitaciones.
¿Quieres más detalles? Tiene un salón de más de 200 metros bañado en oro, una sala que representa un auténtico patio italiano cuyo techo (de 14 metros de altura) está pintado de azul y la sala de billar es una terma romana. ¡Increíble!
Otra de las mansiones de más renombre de Newport es Marble House. Una magnífica construcción inspirada en el Pequeño Trianón de Versalles y en la que, como su nombre indica, se gastó una fortuna en mármoles.
Una fantástica mansión regalo de William Vandebilt a su esposa por su 39 cumpleaños ¡Menudo regalo! Pero de poco debió de servir, porque la pareja se separó pocos años después.
También inspirada en Francia está Rosecliff, en este caso la fuente de inspiración fue el Gran Trianón. Una hermosa mansión de 40 habitaciones cuya imagen seguro que te suena. Sí, en ella se rodó El gran Gatsby, el clásico que tenía a Robert Redford como protagonista.
Alguna especie de fijación por lo francés debían tener los magnates de la época, porque otra de las mansiones, The Elms, también nos recuerda los castillos franceses. Con unos hermosos jardines, la que fuera residencia veraniega del magnate de la minería Edward Julius Berwind alberga, además, una hermosa colección de cerámicas renacentistas y pinturas francesas.
Y no podemos irnos de Newport sin hacer parada en el magnífico Chateau-sur-Mer, que fue escenario de las más multitudinarias y exquisitas fiestas y encuentros sociales de toda una época en sus jardines y sus suntuosos salones.
Son solo algunas de las mansiones que reflejan la época dorada de la aristocracia americana, pero en Newport hay muchas más. Y lo mejor es que no hay que conformarse con contemplarlas desde fuera, algunas también se pueden recorrer por dentro.
¿Te han gustado? Seguro que sí, por eso te vamos a proponer que sigas conociendo otros lugares sorprendentes de Estados Unidos como Little Gray o Charleston.
Imágenes: Tom Bastin, Tim Washer, AUPoohBear, Eric Brumble, James Sullivan.